¿Tiene derechos mi lavadora?

The reserve of modern assertions is sometimes pushed to extremes, in which the fear of being contradicted leads the writer to strip himself of almost all sense and meaning.

Sir Winston Churchill

Surfeando por internet he encontrado esta interesante noticia

Informe del Reino Unido anuncia que los robots tendrán derechos (en inglés).

El informe en cuestión, aunque ha sido apoyado por el consejero científico en jefe del gobierno británico, ha sido redactado por dos agencias privadas, una consultora especializada en previsiones de escenarios y otra dedicada a la publicidad y el marketing. El informe no se encuentra online y la nota de prensa que se ha hecho publica no toca el tema en cuestión.

Por otro lado, el Financial Times realiza una entrevista a Henrik Christensen, un gran profesional del mundo de la robótica, profesor del Instituto de Tecnologia de Georgia y antiguo director del Centro de Sistemas Autónomos de la Kungliga Tekniska hgskolan. Sin embargo, conociendo la filosofía del Profesor Christensen, intuyo que sus declaraciones han sido sacadas de contexto.

If we make conscious robots they would want to have rights and they probably should

Esta frase fuera de contexto no tiene ningún sentido. ¿Qué es un robot consciente? Si decimos que un robot consciente es aquel que tiene una idea de sí mismo, eso ya existe. De hecho, es el primer paso de todo sistema autónomo, conocer su situación en el mundo, sus capacidades, sus limitaciones. Si decimos que es aquel robot que es capaz de tomar decisiones basadas en esa información sobre sí mismo y sobre el mundo, también existe.

Si por otro lado, lo que buscamos en un robot con sentimientos,¿por qué los iba a necesitar? En el sentido más biológico ya los tienen. Son capaces de percibir y sentir su entorno. Si un robot tiene un sistema que le repele cuando uno de sus sensores térmicos se activa, podemos decir que sufre dolor con el fuego, pero los sentimientos desde el punto de vista poético son inútiles. No olvidemos que un robot es una máquina. Como decían en la genial película «€œCortocircuito»:

Un robot solo ejecuta su programa.

El programa puede ser mas o menos complejo, podrá llegar a tener alguna componente aleatoria o de libre albedrío. Pero, eso no implica tener más derechos que cualquier otra máquina. Este último concepto es muy importante y reaccionado con otra controvertida cita de Christensen:

Would it be acceptable to kick a robotic dog even though we shouldn’€™t kick a normal one?

Por supuesto que no va a ser aceptable darle una patada a un robot, del mismo modo que no es aceptable ir pegando patas a coches ajenos. ¿Se imaginan que alguien entra en su casa y se dedica a darle patadas a todos los electrodomésticos? Por supuesto que ese comportamiento es ilegal y ha de ser penado, pero eso no implica que los electrodomésticos tengan derechos equivalentes a un humano.

Y continua,

There will be people who can’t distinguish that so we need to have ethical rules to make sure we as humans interact with robots in an ethical manner so we do not move our boundaries of what is acceptable.

Una vez hemos replanteado la situación, esta frase tiene más sentido. Así­ pues, el problema es la interacción de forma ética entre robots y humanos. En este punto, tiene sentido crear un código ético o legal, del mismo modo que se creó un código de circulación, que plantea unas reglas de interacción del usuario con su vehículo. Pero eso no implica que el vehículo sea consciente.

Concluyendo, un robot, o cualquier otro agente inteligente, es simplemente una máquina, dispositivo o programa diseñado para reportar un beneficio.

Por último, me gustaría reseñar un fallo importante cometido por el periodista al comparar las leyes de la robótica de Isaac Asimov con los derechos propuestos por las agencias británicas. Las leyes de Asimov fueron diseñadas como reglas implementadas dentro de los programas de los robots para el trato con los humanos, con prioridad sobre cualquier otro programa. En ningún caso se considera el caso recíproco. Esto era reflejado así­ de manera intencionada por el escritor ruso dado que el también veía a los robots como máquinas fascinantes, maravillosas e hiperinteligentes, pero, a fin de cuentas, máquinas.

¡Espera! Si rmcantin está escribiendo en Ocularis.es, entonces ¿quién escribe en Automatic human behaviour?

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4 Comments

  1. kelosepas
    28 diciembre, 2006

    Bonito rondo…

    Responder
  2. Adama
    28 diciembre, 2006

    Gran artículo Ocular… esto… sigo la ronda 😉

    Responder
  3. Adama
    28 diciembre, 2006

    Ahh se me olvidaba, no entiendo como alguien se puede plantear si una máquina tiene derechos.

    Responder
  4. Ocularis
    30 diciembre, 2006

    La idea de la ronda ha sido, cómo no, de Remo 😉

    Responder

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