Pregunta Trivial (XXXIX)

La última cuestión del 2012 ha tenido una participación de 111 personas. El texto decía así:

¿Qué enfermedad no dispone de tratamiento quirúrgico?
a) Desprendimiento de retina (6%, 6 Votos)
b) Retinosis pigmentaria (56%, 62 Votos)
c) Presbicia (16%, 18 Votos)
d) Párpado caído (8%, 9 Votos)
e) Visión doble (14%, 16 Votos)

Al desprendimiento de retina le hemos dedicado tres artículos (uno, dos y tres). Es una enfermedad del ojo cuyo tratamiento es casi siempre quirúrgico. Debido a su importancia y frecuencia la he mencionado varias veces como pregunta trivial, así que no merece la penar volver a explicarla.

El «párpado caído» sería una forma coloquial de hablar de la ptosis palpebral, una situación en la que el párpado superior del ojo no está en su posición adecuada cuando tenemos los ojos abiertos. Normalmente el párpado apenas tapa 1 milímetro de la córnea. Cuando hay ptosis el borde del párpado está más descendido, tapando más porción de córnea. Los casos leves suponen un problema estético más o menos llamativo, pero en los casos más graves puede llegar a tapar la pupila y por tanto interferir en la visión. Cuando se requiere tratamiento, éste es también mediante operación. De este tema hemos hablado en este artículo.

Estas dos primeras opciones serían las más fáciles de descartar, porque tanto el desprendimiento de retina como la ptosis son enfermedades tradicionales cuyo tratamiento es operar. Las demás opciones tienen ya más dificultad. Por ejemplo, la presbicia o vista cansada es un problema que padecemos todos a partir de los 40-50 años, pero raramente se interviene. A pesar de toda la publicidad que están invirtiendo los centros que ofrecer cirugía para este problema, la gente entiende que esto se soluciona con gafas de cerca. Tanto las lentes de contacto multifocales como la cirugía de la presbicia quedan como opciones minoritarias. Las gafas progresivas y las gafas sólo para cerca son las opciones más utilizadas, e incluso las bifocales tienen sus usuarios fieles. Pero como tal, existe cirugía para la vista cansada. La operación más utilizada es la de la lente intraocular, porque operar la córnea no es una opción con buenos resultados. También está la opción de la monovisión.

Hablar de la visión doble tiene su complicación, porque al contrario que las demás opciones, no es una enfermedad sino un síntoma. Tenemos por tanto que avanzar desde el síntoma hacia la enfermedad. Juguemos entonces un poco a médicos: ¿qué causas hay de visión doble?. Por un lado las de origen intraocular: astigmatismo, cataratas y otros defectos ópticos, principalmente por alteraciones corneales y del cristalino. La mayoría de ellas son susceptibles de corregirse mediante cirugía. Por otra parte tenemos la visión doble de causa binocular. Sobre ello ya hemos hablado: se debe a un estrabismo adquirido. Algunas visiones dobles debidas a estrabismo las tratamos mediante gafas especiales (con prismas), y en otras ocasiones se operan.

Descartadas todas las demás opciones, sólo nos queda una que todavía no tiene un tratamiento quirúrgico: la retinosis pigmentaria. También hemos dedicado un artículo a esta enfermedad. Se trata de un problema genético en el epitelio pigmentario, una estirpe de células de la retina que son esenciales para la supervivencia de los fotorreceptores (conos y bastones). No tiene un tratamiento eficaz disponible en la práctica, y las esperanzas están puestas en la terapia génica. También hay investigaciones sobre complementos nutricionales, con algún indicio de que pueda tener un efecto beneficioso, pero sin una certeza suficiente que haya cambiado la práctica clínica. Pero una operación no puede retrasar un proceso degenerativo. Y no hay forma de sustituir la retina que deja de funcionar.

Igual alguno se pregunta si los dispositivos de visión artificial tienen cabida en el tratamiento de la retinosis pigmentaria. Entonces sí podríamos afirmar que tiene tratamiento quirúrgico. Sin embargo hay varias objeciones:

  • No estamos tratando la enfermedad como tal, sino ofreciendo un «sistema alternativo de visión» cuando el tejido no funciona.
  • No está disponible en la práctica clínica. A pesar de que ya se ha usado en humanos con diferentes modalidades, no podemos decir todavía que sea un «tratamiento disponible».
  • Los dispositivos visuales que se implantan en la retina se indican en enfermedades de la mácula, cuando dejamos de ver por el centro de la retina pero conservamos nuestro campo visual periférico. Sin embargo en la retinosis pigmentaria el campo visual se ve gravemente afectado.

El ranking ya está actualizado con la puntuación de los acertantes, y ya está colocada la primera pregunta de 2013, así que ¡a jugar!

 

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