El queratocono (I): concepto

Desde hace tiempo voy recibiendo peticiones para hablar del queratocono. Es una enfermedad ocular que, aunque infrecuente, se presenta típicamente en el adulto joven o incluso la adolescencia.

Se conoce desde hace tiempo, pero durante los últimos años se ha puesto de moda gracias gracias a las nuevas técnicas diagnósticas desarrolladas para la córnea (que es el tejido que enferma en el queratocono). Estas técnicas novedosas y nuestro conocimiento sobre la córnea se ha desarrollado en gran parte gracias al desarrollo de la cirugía refractiva, esa floreciente subespecialidad de la oftalmología de la que hemos hablado.
Del queratocono se sabe bastante, pero hay muchas cosas importantes que no se conocen: la causa, los mecanismos exactos de la enfermedad, cómo prevenirla, como curarla, …..
Entonces, ¿qué sabemos?. Sabemos en qué consiste la alteración, su línea evolutiva, tenemos algunos tratamientos que mejoran la calidad de vida del paciente, y lo que se ha avanzado últimamente mucho es en el diagnóstico precoz. Esto último es importante para saber qué cosas no podemos hacer en un ojo con queratocono. Y hay que resaltar que recientemente hay tratamientos muy novedosos que abren esperanzas a los que padecen la dolencia.

¿Qué es?

Pero vayamos por partes, primero tenemos que «presentar» la enfermedad. Podemos recurrir a la etimología para definirla, la verdad es que nos da una buena idea de lo que ocurre. Queratos significa córnea, y cono significa eso, uno cono.

Hemos hablado bastante de la córnea: al hablar de las lentillas, de la cirugía de la graduación, y recientemente cuando explicábamos el astigmatismo. Ese tejido transparente que cubre la parte delantera del ojo, esa «ventana al exterior», la lente más potente del ojo, ha que tener una forma regular si queremos que la imagen se enfoque correctamente en el fondo del ojo. Lo mismo que el objetivo de una cámara de fotos, ha de tener una superficie curvada regular, como si fuera un trozo de una esfera de cristal.
Bien: pues en algunos ojos, por una causa desconocida (se conocen factores hereditarios y alguna relación con enfermedades genéticas, pero poco más se sabe con seguridad), la córnea comienza lentamente a cambiar de forma, de manera que una zona cercana al centro se adelgaza y se deforma hacia adelante. Va apuntando, saliendo hacia el exterior, y el tejido corneal de alrededor va perdiendo esa curvatura esférica adquiriendo la forma de un cono.

Al principio no es nada exagerado, no penséis que al comienzo es una zona puntiaguda que roza con el párpado al cerrar los ojos. Son cambios sutiles y muy lentos. Se entiende que es una enfermedad bilateral: es decir, ocurre en los dos ojos. Con frecuencia es asimétrico, estando el queratocono de un ojo más desarrollado. Pero el otro ojo tiene queratocono, al menos potencialmente, aunque todavía no se demuestre ni con síntomas ni en las pruebas.
Además, es algo progresivo, si bien se puede estabilizar en un momento dado. Por desgracia, no hay parámetros totalmente fiables para pronosticar si un queratocono ya va quedar como está o va a progresar. Lo habitual es que la gravedad y la progresión guarde cierta relación con la edad de aparición. Suele presentarse en la adolesciencia y en el adulto joven. Cuanto antes aparezca, es de esperar que progrese más y más pronto. Si el queratocono aparece en la edad media, o lo descubrimos por casualidad por esta edad, el pronóstico es bastante mejor.

La anomalía en profundidad

Vale, hemos quedado que la cornea se va «dando de sí», proyectándose hacia adelante y adelgazándose el vértice (que es muy habitual que no coincida con el centro de la córnea). ¿Por qué?. La causa inicial es desconocida, pero sabemos qué cambios microscópicos se producen.

El tejido corneal está compuesto en su mayor parte por fibras de colágeno, que son grandes proteínas que hacen de sostén, formando una red resistente y duradera. Además de que su disposición apenas dispersa la luz (por lo que es transparente), tiene una flexibilidad y elasticidad característica. Esto lo conseguimos, entre otras cosas, gracias a que hay uniones entre estas grandes fibras.
Si nos imaginamos el colágeno como largas cuerdas que se disponen en diferentes direcciones, existen cuerdas más pequeñas que sujetan unas fibras de colágeno con otras cuando interseccionan en planos diferentes. Así, las distintas fibras se sujetan entre sí, quedando todo el conjunto más firme y sujeto.
Estas pequeñas uniones entra las fibras grandes se llaman «cross-linking», término que pocas veces se traduce al castellano, pero se suele describir como «reticulado». Con estos enlaces la malla de colágeno forma una red unida y compacta, si no serían fibras sueltas superpuestas.
Si hay mucho cross-linking, el tejido es muy rígido, y si hay poco, el tejido es mi laxo. Realmente, colágeno y cross-linking hay en muchos tejidos de cuerpo humano (tejidos de sostén y fibrosos), y sabemos que el cross-linking aumenta con la edad. Este fenómeno es uno de los causantes de la arteriosclerosis y de otras situaciones de pérdida de elasticidad de tejidos con el envejecimiento. De hecho, en el queratocono, hemos dicho que si evoluciona poco durante las primeras décadas, es raro que con el envejecimiento avance. El cross-linking endurece la córnea, y ya no se deforma.
Ya podemos entonces suponer lo que ocurre en el queratocono: hay carencia de estos enlaces entre el colágeno. Aunque la córnea inicialmente cumple su función (grosor normal, colágeno sano y bien posicionado) es demasiado laxa. Hay que tener en cuenta que está sometida a una presión desde el interior del ojo, es un tejido sometido a «estrés». Poco a poco se va dando de sí.

¿Qué produce?

Queratocono inicial

Seguro que muchos habéis adivinado qué es lo que ocurre. Antes estaba insistiendo en lo importante que es tener una córnea regular, con una curvatura esférica, para enfocar la imagen. Si parte de la córnea adquiere esa forma cónica, se pierde la morfología correcta, y no vamos a poder enfocar. Sin embargo, ya conocemos otras circunstancias en las que el ojo no enfoca bien: la miopía, hipermetropía y el astigmatismo. Y de hecho, el defecto que produce el queratocono es asimilable a un aumento de la miopía y astigmatismo. ¿Pór qué?. Recordemos un poco la miopía, de la que hemos hablado hace poco. Decíamos que el sistema de lentes es demasiado potente con relación al tamaño del ojo. La córnea supone la lente más importante. Si adquiere una forma cónica, supone un aumento de la incurvación de su superficie, por lo que aumenta su potencia. Por tanto, en ese sentido cumple la definición de miopía. Ahora fijémonos en el artículo del astigmatismo. En él hablaba con más profundidad sobre la córnea, asimilando al ojo sin graduación y al miope e hipermétrope como córneas regulares (más potentes en el miope, menos potentes en el hipermétrope, pero conservando una forma esférica regular). En el ojo astígmata, la córnea pierde su forma esférica y adquiera una forma alargada, parecida a un balón de rugby o un huevo. El queratocono implica perder la forma esférica, con lo que es efectivamente un astigmatismo. Pero no el astigmatismo que expliqué en el artículo previo, porque la forma cónica no es la típica del astigmatismo habitual. Lo que expliqué entonces en ese artículo fue el astigmatismo regular, ya que guarda bastante simetría (hay un eje mayor y otro menor, pero las dos partes de cada eje tienen la misma curvatura). En el queratocono, aparece un vértice (que puede coincidir con el centro de la córnea, pero lo habitual es que esté por debajo de éste), y el resto de la córnea se va traccionando pasivamente bajo el el vértice. No hay eje mayor y eje menor, no hay 2 puntos focales como explicábamos con el astigmatismo regular.
Esquematizando:
– Ojo sin graduación (emétrope): córnea regular esférica
– Ojo miope: córnea regular esférica (posiblemente con mayor potencia, más curva)
– Ojo hipermétrope: córnea regular esférica (posiblemente con menor potencia, más plana)
– Ojo astígmata: córnea no esférica, con un eje más largo el eje perpendicular más corto. Sigue guardando simetría en cada uno de los dos ejes.
– Astigmatimo irregular: córnea irregular, no hay eje mayor y eje menor.

Es como si miráramos a través de una figura de cristal: la luz pasa a través de la figura porque es transparente, pero como la superficie es irregular, los rayos se dispersan sin orden fijo y no se enfoca imagen.
El queratocono no es la única causa de astigmatismo irregular. Una herida en la córnea puede producir una deformidad permanente que interrumpa su forma esférica.

En el queratocono inicial, este astigmatismo irregular es leve, y se puede compensar con gafas de astigmatismo y miopía. Conforme avanza, las gafas ya no pueden ofrecernos una imagen nítida. Da igual que le pongamos más o menos dioptrías, porque son enfermedades diferentes. Tenemos lentes para corregir miopía y astigmatismo regular, pero no astigmatismo irregular.

Queratocono avanzado

Conforme progresa la enfermedad, además de empeorar la visión, aparecen más problemas. El vértice protuye considerablemente, y la película lagrimal no lo cubre adecuadamente. Imaginemos que cogemos una pequeña pelota de playa y la mojamos con agua con jabón: el fluido se repartirá por toda la superficie esférica. Si ahora desplegamos la válvula de inflar (que sobresale notablemente), aunque lo recubramos del agua jabonosa, la válvula se quedará en seguida seca.
Con la córnea pasa lo mismo: la lágrima cubre bien la superficie curva, pero si un punto sobresale mucho, quedará seco. Esta película lagrimal hace de lubricante entre la córnea y el párpado al cerrar los ojos. Así, durante el parpadeo, el vértice del queratocono se rozará e irritará con el interior del párpado: además de que sobresale, falta lubricación.
Estamos hablando de molestias, ojo rojo, dolor, e incluso puede aparecer una úlcera en este vértice.

Y cuando el queratocono está muy avanzado, ese vértice (que como decíamos inicialmente supone un adelgazamiento del espesor corneal), puede romperse. Con consecuencias muy malas, como podéis suponer.

¿Un queratocono va a seguir siempre esta evolución?. Ni mucho menos. Por suerte, una parte considerable de los casos no llega a este estadío avanzado.

¿Cómo lo prevenimos?

No podemos. Como no sabemos la causa, no podemos establecer consejos para evitarlo. Se sabe que hay casos familiares, de forma que en ocasiones se hereda.
Cuando hay ya diagnóstico de queratocono, aconsejamos al paciente que no se frote los ojos.
De hecho, eso de no frotarse los ojos es un buen consejo para todo el mundo (el globo ocular es un órgano muy delicado para una maniobra tan brusca), pero en el caso del queratocono, con una debilidad tan manifiesta del tejido corneal, el consejo es muy sensato.
Y algo muy importante: cuando hay queratocono, nunca se debe hacer cirugía de la graduación sobre la córnea.

Queratocono y LASIK

Del LASIK y del resto de cirugías láser sobre la córnea para quitar la graduación he hablado en tres artículos anteriores (uno, dos y tres). Escuetamente, la operación consiste en tallar la córnea con láser, adelgazándola para variar su curvatura.
El queratocono implica una debilidad de la córnea, que se va «dando de sí», deformando hacia una forma cónica. Es fácil de entender que si adelgazamos más la córnea con el láser, vamos a empeorar la enfermedad. No sólo vamos a perder la forma obtenida con el láser (con lo que volverá a aparecer graduación), sino que además puede complicarse la enfermedad. Por lo tanto, el queratocono es contraindicación absoluta de este tipo de cirugías . Ojo, hablo de las cirugías sobre la córnea. Recuerdo que también hay operaciones de quitar la graduación pero sin adelgazar la córnea (hablé de ello aquí y aquí). Hay cirugía para el queratocono que explicaré en el siguiente artículo, pero no se trata de la operación típica de quitar gafas. Y estoy hablando de queratocono, que es un diagnóstico concreto, con unos parámetros más o menos establecidos. No toda irregularidad corneal es queratocono.
Cuando el cirujano se plantea operar a un paciente y consideramos la posibilidad del queratocono, aparecen unas disyuntivas:
Inconveniente: El queratocono es una enfermedad lenta, que tarda años en dar síntomas. El paciente puede tener buena visión con gafas o lentillas, puede no tener molestia alguna, y años más tarde desarrollar los problemas. Pero el queratocono, de alguna manera está ahí, hay una debilidad latente. Por tanto, si se nos pasa desapercibido y operamos la córnea, podemos causar un problema a ese ojo.
Ventaja: Lo mismo que hemos dicho antes: el queratocono está ahí, en la córnea, aunque no dé síntomas. Hay aparatos muy sofisticados que estudian micra a micra la córnea (la superficie anterior, la posterior, el espesor), ofreciendo mapas al máximo detalle del tejido. Podemos adelantar el diagnóstico, y decidir no operar. Dentro de la baterías de prueba que se han de realizar previamente a la cirugía, no sólo hay que descartar las córneas muy finas, también hay que localizar los queratoconos que no dan síntomas.

Antes de que existiera la operación corneal con láser, el realizar un diagnóstico precoz del queratocono no ofrecía ventajas. No hay tratamiento curativo, de forma que saberlo antes sólo implica dar una mala noticia antes de tiempo. Pero ante el planteamiento de operar, tenemos que saber con seguridad si el paciente tiene o va a tener queratocono.
Hemos dicho que la enfermedad aparece en la adolescencia o el adulto joven. Aunque presente sintomas tardíamente, con los aparatos podemos encontrar alteraciones corneales antes de que dé la cara. Recordemos que la cirugía de la graduación (salvo contadísimas excepciones, y por motivos médicos muy concretos) se indica después de la adolescencia. Por tanto, ya deben haber aparecido los cambios suficientes para detectarlo.

Por lo tanto, a la hora de operarse, no sólo es importante el aparato láser que se va a utilizar en la operación. Tan importante o más son las pruebas que se hacen antes, y que el cirujano con experiencia sepa cuándo hay que decir que no a la cirugía.

El queratocono en las pruebas

Estamos todo el rato hablando de pruebas para diagnosticar la enfermedad. Cuando el cuadro está avanzado, podemos ver algunos signos en la lámpara de hendidura, pero existen ciertos aparatos que encuentran el queratocono de forma precoz. Básicamente los podemos englobar bajo el apelativo de topógrafos. Realizan un mapeado de la córnea, como si hiciéramos un escáner o una fotografía en tres dimensiones. Actualmente la tecnología permite utilizar diversos trucos para obtener datos de la superficie anterior (lo que está en contacto con la lágrima y el exterior), la superficie posterior (la que da al interior del ojo) y el grosor. Los primeros aparatos que aparecieron son los topógrafos de superficie. Nos muestran un mapa de la superficie anterior. Ofrece las imágenes más conocidas del queratocono. Además, son intuitivamente más fáciles de comprender.
Actualmente, un estudio de la córnea que pretenda ser exhaustivo (como el previo a la cirugía láser) sería incompleto sólo con la topografía de superficie, necesitaríamos estudiar también la superficie posterior y un mapa completo del grosor punto por punto. Pero para el artículo recojo las imágenes de superficie más sencillas de entender.

Aquí tenemos una topografía normal:

Los colores más cálidos (naranja, rojo) indican las zonas más curvas (mayor potencia de la lente) y los colores fríos (verde, azul) las más planas (menor potencia). Vemos como una «pajarita», como un lazo en colores más calientes en la parte superior e inferior. Ese meridiano (el eje vertical) tiene más potencia, así que esto es un astigmatismo. Pero vemos que los «lazos de la pajarita» son muy simétricos, la parte superior parecida a la inferior. Esto es un astigmatismo regular.

Veamos ahora esta otra topografía:

La cosa cambia bastante, ¿no?. Vemos una zona cálida inferior, donde está el vértice del queratocono. Aquí no hay «pajarita», no hay un eje del astigmatismo, no hay una simetría con respecto al centro de la córnea. Se trata de un astigmatismo irregular, concretamente de un queratocono.

Bien, en el siguiente artículo hablaremos de los tratamientos disponibles.

Comparte el artículo Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on Facebook
Facebook
Share on LinkedIn
Linkedin
Email this to someone
email

37 Comments

  1. Manuel
    1 octubre, 2007

    Hola, gracias por seguir duvulgándonos 🙂
    Unas preguntillas para ampliar:

    Dices el principio que es una enfermedad infrecuente ¿cómo de infrecuente? ¿algún dato comparándolo con la indicencia de la miopía?

    Entiendo que no tiene relación (estadística al menos) con la miopía/hipermetropía ¿es así?

    ¿Se sabe si la incidencia del queratocono es mayor que hace unas décadas, o mayor en países más «desarrollados»? ¿o no tiene que ver?

    La pérdida de visión que supone, ese astigmatismo irregular, ¿afecta en la práctica por igual a la visión de cerca y a la de lejos?

    Responder
  2. Ocularis
    1 octubre, 2007

    Unas preguntas interesantes. El queratocono tiene una prevalencia en torno al 0,05% de la población. La incidencia de miopía es más variable dependiendo de los países, pero podemos movernos en rangos del 10 al 25% de la población.
    En principio no hay relación con miopía/hipermetropía previa (se ha postulado que hay mayor incidencia en miopes, pero no está nada claro.
    La incidencia del queratocono ha subido las últimas décadas, pero se piensa que se debe a las espectaculares mejoras en la técnica de diagnóstico. Antiguamente sólo diagnosticábamos los queratoconos que producían síntomas y tenían signos en la lámpara de hendidura. Ahora los diagnosticamos sin síntomas y sin signos en la lámpara. Con lo cual, muchos que no se diagnosticarían hace años, ahora los encontramos.
    En cuanto a la incidencia del queratocono según el grado de desarrollo, no hay datos que nos hagan creer que haya diferencia. Como los métodos diagnósticos son caros, las posibles estadísticas de los países subdesarrollados no son comparables con las nuestras.
    La pérdida de visión afecta a cerca y a lejos, aunque a veces el paciente nota más la pérdida lejana (un objeto que se vea mal, al acercarnos lo vemos más grande y veremos más detalles aun con la misma agudeza visual)

    Responder
  3. Teresa Quispe
    10 octubre, 2007

    Ante todo gracias por su información,qué personas pueden sufrir esta enfermedad? quiénes son mas suceptibles a padecerla?

    Responder
  4. Ocularis
    12 octubre, 2007

    Creo que está explicado en el artículo. Excepto algunos casos asociados importantes enfermedades genéticas, lo habitual es que no haya un perfil característico. Parece que hay cierta asociación hereditaria, y los antecedentes familiares predisponen en cierta medida. Aparte de eso, todo el mundo (en edad adecuada) puede comenzar a tener esa enfermedad. Como la mayoría de enfermedades de este tipo, por otra parte.
    Un saludo.

    Responder
  5. diana lopez
    13 octubre, 2007

    hola soy estudiante de optometria estoy realizando mi trabajo de tesis en un manual de guia clinica para el manejo de queratocono les agradezco si me pueden colaborar con articulos cientificos de dicho tema

    Responder
  6. Ocularis
    13 octubre, 2007

    Bibliografía sobre el tema hay muchísima, habría que determinar qué es lo que quieres en concreto. En particular, no sé si necesitas una guía de manejo para el queratocono en general o el papel concreto del optometrista. Para el segundo caso, supongo que se referirá a la interpretación de topografías anómalas para derivar al oftalmólogo, y la adaptación de lentes de contacto semirrígidas según la prescrición de éste. Para el primer caso, habría que repasar cómo maneja el oftalmólogo el queratocono en función de la progresión y los síntomas.

    Responder
  7. Ramón Fdez
    20 octubre, 2007

    Hola, interesante artículo sobre el queratocono, soy estudiante de medicina y me interesa mucho el tema oftalmológico. Enhorabuena por tu blog, es muy bueno.
    Tengo una pregunta que formular, a modo de curiosidad:
    en tu texto dices que en la relación entre queratocono y lasik, lo más importante son las pruebas previas (obviamente, se deduce tras la lectura de tu artículo que un diagnóstico acertado inhabilita la opción de cirugía), la experiencia del cirujano (eso es también lógico, un criterio formado que detecte y descarte los casos inapropiados) y el tercero, el aparato láser que intervenga en la cirugía. La cuestión es, en qué medida este tipo de instrumental puede inhabilitar los otros dos anteriores, qué aparato láser se supone mejor para estas intervenciones??? (habría opción de operar un ojo con un queratocono ‘iniciado’ con un tipo de láser más sofisticado o especializado?)… Parece que esta clase de cirugía es altamente tecnológica y que la intervención manual del médico es escasa, pero si a mi me dice un oftalmólogo que me va a operar con el sable láser de DarthVader, pues la verdad, me quedo igual!!
    Gracias por tus textos. Saludos.

    Responder
  8. Ana Gonzalez
    8 noviembre, 2007

    Hola, me ha parecido muy interesante este artículo […] ¿Sería apropiado el uso de anillos intracorneales para un queratocono en estado cuatro?. También me han hablado de una técnica experimental con láser que incrementa el grosor de la córnea, ¿podrían darme información al respecto, y si se están obteniendo mejores resultados que los anillos?. Gracias y saludos. Ana

    Responder
  9. Ocularis
    8 noviembre, 2007

    Hola Ana:

    Creo que no has leído el siguiente artículo sobre el queratocono. En la esquina inferior (o superior) derecha tienes el enlace.

    Un saludo

    Responder
  10. cristy
    17 diciembre, 2007

    hola,
    que tipo de lente de contacto es el que se recomienda en caso de queratocono, un RGP o un hibrido?

    Responder
  11. […] El moldeamiento distorsiona la superficie de la córnea, por lo que falsifica las pruebas diagnósticas que hagamos sobre ellas, como la queratometría o la topografía. De la topografía estuvimos hablando en uno de los artículos del queratocono. Pudimos ver imágenes de una topografía normal y de otra con queratocono. Pues bien; el moldeamiento corneal altera bastante las imágenes topográficas, de forma que puede simular un queratocono. Una topografía siempre debe realizarse después de haber descansado varios días de lentillas; de lo contrario, la prueba no sirve para nada. […]

    Responder
  12. Ocularis
    17 diciembre, 2007

    Hola Cristy:
    Depende del caso, de la gravedad del queratocono, de los síntomas, la agudeza visual, la adaptación del paciente a las diferentes lentillas, de los cuidados que va a tener que realizar con ellas …..
    En algunos casos no es necesario utilizar lentillas, otras veces es suficiente con las blandas. Cuanto más rígidas sean, más corrigen la forma cónica, pero a veces pueden comprometer la tolerancia.
    Ninguna lentilla para la progresión de la enfermedad.
    De todas formas, en el siguiente artículo sobre el queratocono hablamos del tratamiento.
    Un saludo.

    Responder
  13. Sergi
    27 marzo, 2008

    Hola, me encanta tu web

    Responder
  14. Sergi
    27 marzo, 2008

    Bueno, como ya he mencionado, me encanta tu blog.
    Soy un íntimo conocido del queratocono, pues tengo 30 años, y tengo uno bien desarrollado en el ojo izq desde los 20-21 y otro incipiente en el derecho desde los 22, el cual parece que se mantiene estable.
    Ufff, tras mucho navegar por la web la información aquí tratada y la forma de procesarla el de lo mejor que he visto, rtanto en cuanto a orden y estructura como a la dotación del mínimo rigor cientifico, pero sin menospreciar el toque divulgativo para que sea de fácil comprensión y accesible para «todos».
    […]

    Un saludo a todos y Ánimo

    Responder
  15. Ocularis
    29 marzo, 2008

    Me alegro que te guste, Sergi.
    Un saludo.

    Responder
  16. sara
    10 mayo, 2008

    muy bueno el articulo

    muchas gracias

    besoss

    sara

    Responder
  17. Ocularis
    10 mayo, 2008

    Me alegro que te guste.
    Un saludo.

    Responder
  18. Fernando
    16 diciembre, 2008

    Completísimo artículo, Enhorabuena!!

    Responder
  19. Ocularis
    16 diciembre, 2008

    Gracias, Fernando 🙂

    Responder
  20. mary
    3 septiembre, 2009

    Excelente artículo, muy esclarecedor. Muchas gracias por compartir sus conocimientos de manera tan clara y sencilla de comprender para nosotros los pacientes. Cuando acudimos a consulta oftalmológica, generalmente la información que nos dan otros profesionales es muy poca; también ocurre con frecuencia que el lenguaje técnico utilizado impide que la comprendamos en su totalidad. Este artículo y otros de su blog me han sido muy útiles. ¡Felicitaciones y gracias por compartirlo!

    Responder
  21. Ocularis
    12 septiembre, 2009

    Un placer ayudar, Mary.

    Responder
  22. Josué
    14 enero, 2010

    Muy buen articulo, todo un referente en cuanto al queratocono en Español. Enhorabuena y gracias por escribirlo.

    Responder
    1. Ocularis
      15 enero, 2010

      Gracias a ti por leerlo

      Responder
  23. maritza
    17 abril, 2010

    Muchas gracias por divulgar esta información, ya que me ayudo a entender y comprender algo mas de esta enfermedad que lamentablemente padezco.
    Espero que a otras personas le sea de utilidad también y que puedan seguir investigando acerca de esta enfermedad.
    muchas gracias

    Responder
  24. Juanca
    15 septiembre, 2010

    Soy médico pediatra. Muy bueno el artículo. Tengo un par de preguntas:
    Si el padre padece de queratocono quisiera saber las posibilidades de padecerlo sus hijos.
    Se distribuye la enfermedad por igual en ambos sexos?

    Responder
    1. admin
      19 septiembre, 2010

      La mayoría de los casos de queratocono son esporádicos, sin transmisión hereditaria clara. No hay distinción por sexos.

      Responder
  25. MF. DR FEDERICO MENA RAMON
    9 mayo, 2011

    UNA PREGUNTA CLINICAMENTE SE PUEDE DIAGNOSTICAR UN QUERATOCONO?

    Responder
    1. Ocularis
      10 mayo, 2011

      Responder
  26. Sebastian
    22 junio, 2011

    HOla, una consulta, el patrón topografico del ultimo mapa, no podria ser una degeneracion marginal pelucida?

    Responder
    1. Ocularis
      23 junio, 2011

      La última topografía es de un queratocono típico, que tiene la zona de mayor curvatura en la córnea inferior, relativamente próximo al centro. En una degeneración marginal pelúcida ese área roja tendría que ser azul, aplanada. La zona de mayor curvatura en la pelúcida es más periférica.

      Responder
  27. karen macias
    2 julio, 2011

    excelente me a sido de mucha ayuda. siga asi con excelentes articulos.. felicidades exitos en su vida

    Responder
  28. coche nuevo
    1 agosto, 2014

    Hola, Gracias por el post. Me ha encantado. ¡Muchos besos!

    Responder
    1. Ocularis
      23 agosto, 2014

      Gracias por leerme

      Responder
  29. ezequiel
    4 enero, 2015

    Muy buen articulo grax x tu informacion

    Responder
  30. […] todos los pacientes son buenos candidatos a la cirugía. Existen condiciones en la córnea (como un queratoconoinicial) que desaconsejan la cirugía láser corneal (LASIK, PRK, etc, que todavía es el tipo más […]

    Responder
  31. Guadalupe
    8 diciembre, 2016

    Hola muy buenas tardes, Yo tengo queratocono en un estado avanzado.. quería saber a que se debe la enfermedad, Si es por falta de alguna vitamina o de algo en particular… leí sobre una posiblensolucion al queratocono con vitamina B2 y pantallas de rayos ultravioletas. Soy de Argentina me encantaría saber que piensa sobre el tema.
    Muchas gracias. Saludos

    Responder
    1. Ocularis
      17 diciembre, 2016

      En el siguiente artículo del tema hablo de la vitamina B2 y los rayos ultravioleta como tratamiento.

      Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *