Graduación de gafas y lentillas.

A veces ocurre que algunos usuarios de lentes de contacto comprueban con extrañeza que el número de dioptrías que llevan en sus lentillas no son exactamente las mismas que las que tienen en las gafas. De hecho es habitual en graduaciones altas. ¿Un error del optometrista o del oftalmólogo?. Lo habitual es que no, y este artículo pretende explicarlo.

Además, lo que vamos a exponer hoy también nos sirve para entender algunos fenómenos que ocurren a los que usan gafas (nuevamente, es más patente en casos de graduaciones altas). Eso de que si miro por un lado del cristal, o separo o inclino un poco las gafas, veo mejor.

Lentes y distancia

Cojamos una lupa y utilicémosla para ver ampliadas las letras de una hoja. Casi sin darnos cuenta, hemos colocado la lupa en una posición muy concreta: perpendicular a la dirección de la mirada, y a una distancia bastante determinada entre nuestros ojos y el folio. Según vamos leyendo con la lupa, el movimiento que hacemos con la mano para ir desplazando la lupa, es suave, y lo vamos ajustando si vemos mal. ¿Es importante que haya una distancia concreta entre la lente y el objeto que miramos?. Como habrán adivinado mis queridos lectores, la respuesta es que sí, e intuitivamente lo sabemos porque vamos moviendo con cuidado la lupa, es como si nuestro brazo supiera dónde debe sujetar la lente.

Juguemos con las distancias. Vamos a ir separando la lupa de nuestros ojos, hasta apoyarla en la hoja. Con este movimiento, las letras se vuelven más pequeñas, hasta que tienen el tamaño normal cuando reposamos la lupa en el folio. Por tanto, perdemos el efecto de amplificación de la imagen al alejar la lente. Podemos suponer entonces que si nos la acercamos mucho, veríamos las letras muy grandes, ¿no?. Pues sí, pero hasta cierto punto.
Lo mejor es experimentarlo: si tenéis una lupa en casa no os privéis de probarlo vosotros mismos, se entiende mucho mejor viéndolo directamente que con cualquier explicación que os quiera dar. Conforme vamos separando la lupa de la hoja y la acercamos a los ojos, las letras van aumentando de tamaño. Llega un momento que las vemos con buena ampliación y la imagen todavía es de buena calidad: esa es la distancia que intuitivamente a escogido nuestro brazo al comienzo del experimento. Pero si seguimos acercándola al ojo, la imagen pierde calidad. Lo que vemos por el centro de la lupa todavía es reconocible y vemos algunas letras muy grandes, pero en la parte periférica de la lente las letras están deformadas, dobladas. Si seguimos acerćandola más, llega un momento que vemos todo borroso.

De este sencillo experimento podemos sacar dos conclusiones:

  • La capacidad de una lente depende no sólo de la potencia, sino de la distancia. Es fácil de entender que una lupa más potente (con más dioptrías) nos permitirá ver las letras más grandes. Pero ahora hemos demostrado que con una misma lupa podemos conseguir más o menos aumento variando la distancia.
  • En algunas circunstancias una lente puede producir distorsión de imagen, principalmente en la parte periférica. Vemos que la distancia es un factor fundamental para que aparezca o no esa distorsión. Posiblemente la mayoría de vosotros no tendréis en casa lupas de diferente potencia para hacer comparaciones, así que os tendréis que fiar de mí cuando os digo que ante igualdad de distancia, una lupa más potente produce más distorsión de imagen.

Concepto de dioptría en el ojo humano

La definición de dioptría en principio no tiene relación directa con el globo ocular ni sus problemas de enfoque. Es la forma de medir la potencia de una lente. Hemos hablado de los defectos de graduación en un artículo previo, y además hemos dedicado sendos artículos monográficos a la miopía y al astigmatismo. En estas entradas hablábamos de que a las lentes del ojo les faltaba o sobraba potencia (en el caso del astigmatismo es más complicado, así que lo dejaremos aparte).
Si alguien ha mirado el enlace que he puesto de la explicación de dioptría en la wikipedia, habrá leído que las lentes convergentes (las lupas de toda la vida) reciben un signo «+», y las que hacen lo contrario (divergentes) reciben un signo «-«. Nuestro ojo es una lente convergente, como una lupa. Cuando hablábamos de la miopía decíamos que era un ojo con demasiada potencia de convergencia; las lentes del ojo son demasiado potentes, por tanto es un sistema óptico «demasiado positivo». Ahora espero que varios lectores miopes comiencen a extrañarse. Cuando tienen la oportunidad de ver la prescripción de su graduación, o cuando ven anotadas las dioptrías en la caja de las lentillas, sus dioptrías vienen con un signo «-«. Si un miope tiene exceso de potencia, es que su ojo es «demasiado positivo». ¿Por qué entonces las dioptrías que me indican son negativas?.
En los hipermétropes nos encontramos con la misma paradoja. En el artículo previo explicábamos que al ojo hipermétrope le falta potencia. ¿Por qué las dioptrías en ese caso son positivas?.

El truco es que la prescripción de la graduación de unas gafas o lentillas no señalan directamente la anomalía que sufre el ojo, sino la lente necesaria para corregirlo. ¿Que la miopía es un ojo «excesivamente potente»: lo compensamos con una lente negativa. ¿Que al ojo le falta potencia (hipermétrope): le damos potencia adicional con una lente positiva.

La distancia en la corrección óptica

Vale, sabemos que tenemos un problema en la lente natural del ojo, y nos disponemos a corregirlo poniendo una lente artificial delante del ojo, que va a compensar el defecto. Cuanto más profundo sea el defecto, más potente tendrá que ser la lente. O sea, más dioptrías. Pero ahora vamos a recordar el experimento que hemos hecho con la lupa. Al bajar la lupa, vemos las letras más pequeñas, y al subirla más grandes. Por tanto, si ya sabemos que la potencia de la lente no sólo depende del número de dioptrías, sino de la distancia a la que la coloquemos, vemos que para corregir un defecto de graduación tenemos que tener en cuenta la distancia. Si colocamos esa lente un poco más cerca o lejos del ojo, el efecto cambiará y puede que nos quedemos cortos o nos pasemos si queremos corregir la graduación.
En definitiva, cuando decimos que un ojo tiene una miopía de dos dioptrías, realmente estamos diciendo que tiene una miopía que se corrige con una lente de dos dioptrías a una distancia determinada del ojo. Una explicación larga, sí, pero a veces es importante.
Los sistemas automatizados de graduación tienen esto en cuenta, y cuando nos dan las estimaciones en dioptrías de un ojo, lo hacen a una distancia concreta, de unos 10-12 milímetros del ojo. Que es la distancia aproximada que el cristal de las gafas del globo ocular.
Cuando las únicas lentes artificiales que existían eran las gafas, tampoco había que tener muy en cuenta todo este tema de las distancias al ojo. Al fin y al cabo, siempre es la misma, los aparatos están calibrados a esos milímetros y ya está. Pero desde hace ya bastantes años disponemos de lentillas. De las lentes de contacto hablé en otra ocasión, pero hoy vamos a concentrarnos en los aspectos ópticos de esta lente artificial.

La lentilla está en contacto con el ojo, no a 10 milímetros como las gafas, por lo que la distancia ha cambiado sensiblemente. En graduaciones pequeñas ese efecto de la distancia es inapreciable, pero a partir de cierto número, la graduación es diferente. No es que cambien las dioptrías del ojo, que tiene el mismo defecto: es que para conseguir el mismo problema, a distancias diferentes necesitamos otra potencias distintas.
De referencia se sigue utilizando la distancia de gafas, y hay tablas de conversión para las lentillas. Así, con más de 4-6 dioptrías, las lentillas tienen menos graduación que las gafas.

Aberraciones periféricas, potencia y distancia

Con el experimento de la lupa hemos podido ver que a veces la imagen de la parte periférica de una lente queda distorsionada. Es un tipo de aberración óptica. Hemos dicho que a mayor potencia de lente, más aberración óptica, y que además la distancia jugaba su papel. En la práctica, para graduaciones bajas las aberraciones ópticas apenas se aprecian, o por lo menos no molestan. Pero con muchas dioptrías, este efecto no se puede despreciar. Seguro que muchos miopes saben de lo que hablo: con las gafas se ven las cosas enfocadas, sí, pero más pequeñitas, sobre todo por la parte periférica del cristal. Incluso se puede notar cierta distorsión de lo que vemos justo en el borde de la lente. A los hipermétropes les pasa lo mismo: todo se ve más grande, e incluso deformado según nos alejamos del centro.

Cuando reducimos la distancia al ojo, estas distorsiones desaparecen. Eso significa que al utilizar lentillas, dejamos de ver deformada la periferia del campo visual, y la imagen no queda tan empequeñecida. Es por eso que los grandes miopes e hipermétropes tienen una fuerte tendencia a utilizar lentillas en vez de gafas. Las lentes de contacto no ofrecen sólo un beneficio estético (a valorar subjetivamente por cada paciente), sino un beneficio objetivo en la calidad de imagen. Nuevamente insisto, hablo de personas con muchas dioptrías. Aunque les pones a leer carteles de lejos y lo hacen con gafas y con lentillas, dicen que con lentillas «ven mejor», y así es. La imagen queda menos deformada por la lente artificial.

Tanto es así que en niños con graduaciones altas (puedo hablar de pacientes con 6-10 años con miopías de más de 6 dioptrías) en ocasiones les ponemos lentillas desde tan pequeños, porque al ser mejor la calidad de imagen, tenemos un mejor control a la hora de tratar o evitar el ojo vago.

La ausencia o presencia de aberraciones visuales puede necesitar algo de adaptación. Así, cuando nos ponemos lentillas estando acostumbrados a las gafas y viceversa, notamos algo «raro» en la visión. Normalmente son pocos minutos.

Nuevos diseños en gafas

Los diseñadores de lentes conocen esto de las aberraciones inducidas, y ha mejorado mucho la construcción de cristales para gafas. Ahora se pueden fabricar lentes con menos peso y grosor. Para hipermetropías altas tenemos lo que se conoce como diseño asférico. Eso permite disminuir más el grosor del centro de la lente, y que no se parezcan tanto a unas grandes lupas. Y para lentes de mayor potencia (miopía o hipermetropía, se pueden hacer lentes de potencia variable, que contengan la máxima graduación en el centro del cristal, y menos dioptrías en la periferia. De esta forma, las aberraciones (que ya sabemos que ocurren sobre todo en la periferia) son menores. Son gafas más cómodas de llevar en el sentido de que distorsiona menos la imagen, y además estéticamente pueden ser más bonitas. ¿Por qué?. Unas gafas de miopía alta hacen que desde fuera los ojo del miope se vean más pequeñitos, y una hipermetropia alta hace los ojos más grandes.

En la imagen de arriba vemos a un niño miope, y vemos cómo los ojos y parte de la cara quedan reducidos. Posiblemente este no sería un caso para poner unas lentes con diferente potencia entre centro y periferia, pero nos sirve para hacernos una idea del efecto estético de las lentes de miope, que quedaría reducido con esos cristales especiales.
También tienen algún inconveniente llevar menos graduación en la periferia: cuando no miramos exactamente por el centro de la lente (al ver de reojo, por ejemplo), utilizamos una parte del cristal con menos graduación de la necesaria, y nos puede «faltar visión» hasta que giramos la cabeza.

Buscando la graduación dentro del cristal

El arte de graduar no es una ciencia tan exacta como podemos suponer. Una situación de nerviosismo o ansiedad puede simular cierto grado de miopía (algo de lo que hablaré dentro de dos artículos); además la graduación debe afinarse y completarse con una prueba subjetiva (eso de que se van probando cristales diferentes mientras vemos letras en un proyector). Y como es subjetiva, está sujeta a cierto grado de variabilidad y error. Un paciente nervioso, poco colaborador o poco detallista es probable que se lleve una graduación más inexacta que otro que pueda informar bien al óptico/oftalmólogo.
Además, la graduación puede variar con el tiempo. Y para complicar más el asunto, el ojo puede requerir diferente graduación en función de si miramos un objeto cercano o lejano. Esta característica es máxima cuando hablamos de la vista cansada, pero también nos lo encontramos en otros defectos de graduación.

Sea cual sea la causa, a veces hay una disparidad entre la graduación que pide el ojo y la que tiene el cristal. Pero hemos dicho que las dioprías exactas están en el centro del cristal, mientras que en la periferia la cosa cambia: en las lentes asféricas porque es un cambio de potencia ya diseñado con ese fin, y en las no asféricas (es decir, las lentes esféricas de toda la vida) porque las aberraciones ópticas producen cierto cambio en la potencia.
Además, si alejamos o acercamos las gafas variamos algo la potencia de la lente. Y cuando inclinamos las gafas, de forma que los cristales ya no son perpendiculares a la mirada, además de ciertas aberraciones ópticas, también variamos un poco la potencia.
Todos estos experimentos (mirar por la periferia del cristal, acercar, separar o inclinar las gafas) podemos hacerlos, y de hecho los hacemos incluso inadvertidamente, cuando utilizamos gafas pero pedimos una graduación levemente distinta. Y a veces ocurre eso, que con alguna de estas maniobras podemos ver mejor.
Puede ser síntoma de que nos ha cambiado la graduación. Pero a veces no es así, ya decía que nuestra situación anímica, el nerviosismo, el esfuerzo mantenido de visión cercana, etc, puede cambiar de forma transitoria nuestra graduación. No es un cambio real en el sentido de que la anatomía del ojo no cambia (los defectos de graduación «de verdad» suponen cambios estables en la forma del globo ocular). En estos casos podría ser hasta contraproducente cambiar las gafas.

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37 Comments

  1. luigi
    1 abril, 2008

    Hola Ocularis! Dices en tu artículo que: «Así, con más de 4-6 dioptrías, las lentillas tienen menos graduación que las gafas»
    ¿Eso es así tanto para corregir la miopía como para corregir la hipermetropía? Lo pregunto porque ya que son defectos que se corrigen con lentes digamos que opuestas parecería que tuviera que haber efectos distintos. Saludos

    Responder
  2. Ocularis
    1 abril, 2008

    En principio sí. Tampoco hay que tomar las cifras al pie de la letra, hay personas con 3 dioptrías que notan las aberraciones de la periferia del cristal, y otras con 6 que apenas se fijan. Pero sí, aunque la aberración de las gafas de la miopía son diferentes de las de hipermetropía, esas cifras nos sirven para hacernos una idea en ambos tipos de cristales. De hecho, las aberraciones son exactamente opuestas, ya que ambas son lentes de origen esférico pero sentido contrario.

    Responder
  3. Manuel
    6 abril, 2008

    Muchas gracias, Ocularis, yo soy uno de los que algunas veces he ido pensando que me ha subido las dioptrias y despues resulta que es una subida realmente imperceptible… Me resulta muy curioso que varie con el estado de animo, me supongo que le pasará a todo el mundo pero, claro, el miope siempre tiende a autoevaluarse más y se da cuenta de esas variaciones. Es curioso, también, lo que me dijeron un día: que puede variar con una enfermedad transitoriamente e, incluso, como el caso de las embarazadas definitivamente. ¡Qué complejo es lo que simplemente parece un «fallo» en la refracción!. Aunque se pueda ir un poco de la idea del blog si, algún día quieres, podías poner algún artículo sobre algún descubrimiento en el plano bioquímico que me resulta muy interesante.
    Saludos a todos, ¡¡y que esas dioptrias se mantegan estables!! 🙂

    Responder
  4. Ocularis
    6 abril, 2008

    Hola Manuel:
    Cuando escribí el artículo sobre la miopía, me planteé hablar de las teorías bioquímicas vigentes que pretenden explicar el desarrollo de esta anomalía, pero me parece un tema muy arduo para exponerlo aquí.
    Un saludo.

    Responder
  5. Manuel
    7 abril, 2008

    Gracias Ocularis, por cierto otra pregunta (te voy a dar mucho la lata pero es que estoy tb muy interesado) ¿cómo se fabrican las lentes reducidas? Es decir, como hacen para que una lente de 6 dioptrias se reduzcan, y no tengan su grosor «natural». Por otro lado, esta «técnica» ha dado ya lo que podía dar o se siguen dando avances e investigaciones interesantes. ( Me supongo que la física es la física y tendrá su límite ), y la última pregunta: ¿tienen límite las lentillas? ¿hay unas dioptrias en las que ya no es posible encontrar lentillas?

    Muchas gracias por el Blog y por tu tiempo, Ocularis.

    Responder
  6. Ocularis
    8 abril, 2008

    La potencia de una lente no sólo depende de su grosor (y de la geometría de sus superficies), sino también del tipo de material que están hechas. El efecto de la lente se basa en la refracción, una desviación de la dirección de la luz cuando ésta pasa de un medio transparente a otro (del aire a la lente, y nuevamente de la lente al aire). Cada material tiene una propiedad llamada índice de refracción. Cuanto mayor es éste, más capacidad de refractar la luz, y por tanto más potencia.
    Por tanto, fabricando lentes con materiales de mayor índice de refracciones, conseguimos más dioptrías con menos grosor.
    En cuanto al límites de las lentillas, lo suelen poner los diferentes fabricantes de lentillas. Cuanto más graduación, menos personas demandarán las lentillas. Si llega un momento que no sale rentable fabricar lentillas de alta graduación, será difícil para el paciente encontrarlas.
    Un saludo.

    Responder
  7. Kina
    9 mayo, 2008

    Hola Ocularis,

    Una pregunta breve, es cierto el mito de qué cuánto más usamos nuestros ojos (por ejemplo, viendo la tv, leyendo, mirando por el microscopio, observando algo, etc…) más visión podemos perder porque estas tareas en exceso los perjudican?…

    Estoy a punto de aceptar un trabajo que requiere estar mínimo ocho horas delante del ordenador, prácticamente sin parar… Y reconozco que estoy preocupada por esta idea, ya que la visión de mi ojo derecho es tan sólo de un 10% y en el otro ojo tengo 4 dioptrías (soy hipermétrope)… Qué yuyu me entra…

    Gracias de antemano.

    Responder
  8. Ocularis
    9 mayo, 2008

    Hola Kina:
    Igual te sirve leer la serie de tres artículos que hay en el blog sobre la fatiga visual (éste y los siguientes)
    Un saludo.

    Responder
  9. isabel
    30 mayo, 2008

    Hola otra vez. Perdón por no haber estado atenta. No había visto que no se atenderán consultas personales, pero quizá la explicación de lo que me ocurre sí sea interesante para otras personas…
    Gracias

    Responder
  10. Ocularis
    31 mayo, 2008

    No hay nada que disculpar, Isabel 🙂

    Responder
  11. isabel
    31 mayo, 2008

    Hola Ocularis.
    ¿Podrías explicarme por qué al medir un óptico las dioptrías de un solo ojo éste no responda a una mayor graduación, pero esa misma graduación sí ayude a la visión binocular?
    Gracias.

    Responder
  12. Ocularis
    1 junio, 2008

    No te entiendo bien. Dices que un ojo «no responde» a las dioptrías. Las gafas no siempre se ponen para ganar agudeza visual. Puede servir para disminuír la fatiga visual, para tratar un estrabismo, para ayudar a la visión binocular, etc.

    Responder
  13. José Vicente Almiñana Moreno
    2 junio, 2008

    Acabo de encontrarme con tu blog, y me parece muy interesante a la vez que práctico.
    Sólo quería comentarte un error que aparece en éste artículo con referencia a las lentes asféricas.
    Una lente asférica tiene igual potencia en cualquier punto, la diferencia radica en su diseño. Es más plana, y sólo es posible fabricarla con prescripción positiva.
    El poder dióptrico de una lente (el dioptrio esférico)se consigue con la diferencia de curvatura de la primera cara respecto a la segunda (dependiendo también del índice de refracción de la lente «n»). Para una potencia positiva una lente tendrá que ser mas curva por la cara convexa que por la cóncava y una negativa al revés. El problema es que con las positivas (mas cuanto mayor es la potencia) la curvatura de la cara externa de la lente produce aberraciones adicionales a cualquier lente (curvatura de campo y distorsión), por eso se fabrican con geometría asférica.
    La geometría asférica consiste en aplanar la superficie anterior de menos a mas del centro a la periferia, curvando al tiempo la posterior, tambien de menos a mas del centro a la periferia, manteniendo así la potencia frontal de la lente en todo el campo.
    Se consigue una lente más delgada y plana con mejoras tanto estéticas como visuales.
    En el diseño de las lentes oftálmicas modernas hay que distinguir entre tres tipos de asfericidad: Asfericidad Óptica, para aplanar las lentes; Asfericidad geométrica, para reducir el espesor de las lentes, y Asfericidad progresiva, para producir cambios de potencia (en lentes progresivas, nunca en monofocales).
    Las aberraciónes de fuera de eje, como la aberración esférica y el coma siguen existiendo si no se mira por el centro óptico de la lente como en cualquier otra lente.

    Espero que no te incomode que te haga esta puntualización y me pongo a tu disposición para responder cualquier pregunta sobre óptica oftálmica u optometría.

    1 saludo

    JV ALMIÑANA- Optometrista

    Responder
  14. José Vicente Almiñana Moreno
    2 junio, 2008

    respondiendo al primer comentario de Luigi:
    efectivamente por distometría en potencias negativas se necesita menos dioptrias en LC’s que en gafa, pero en potencias positvas se necesita más en LC’s que en gafa aunque como los hipermétropes son mucho más permisivos esto no suele afectar hasta potencias más elevadas.
    1 saludo

    JV ALMIÑANA – Optometrista

    Responder
  15. isabel
    2 junio, 2008

    Hola, Ocularis.
    Aunque no me hayas entendido bien, me has respondido. Dices que las gafas pueden ponerse para ayudar a la visión binocular y eso precisamente es lo que le pregunté al óptico que no quiso aumentarme la graduación de la lentilla en el OI a pesar de que probándome una lente de +2 dioptrías sobre mi lentilla
    sí aumentaba mi visión binocular notablemente a pesar de que si sólo miraba con el OI, no notaba tanta mejoría.
    Gracias

    Responder
  16. Ocularis
    3 junio, 2008

    José Vicente: Gracias por la corrección, ya he cambiado el artículo

    Isabel: Bueno, me alegro de que te ayude, pero realmente el que te puede informar es el que te prescribe las gafas.
    Un saludo

    Responder
  17. Isabel
    8 octubre, 2008

    Ocularis, querría saber si al aumentar el índice de refracción de la lente, además de redudir el grosor también se reduce el efecto de «ojo pequeño» o este efecto va en función de la graduación. Gracias

    Responder
  18. Ocularis
    9 octubre, 2008

    El efecto ojo pequeño depende de la potencia óptica de la lente, no de su grosor, por lo tanto las estrategias para reducir ese efecto pasan por reducir la graduación en la periferia del cristal.
    Un saludo.

    Responder
  19. angela
    11 febrero, 2009

    Ocularis,
    quiero saber si en cristales para corregir la hipermetropía de 2,75 dioptrías, elegir la máxima reducción en el grosor implica disminuir el efecto óptico de agrandamiento del ojo.
    Gracias

    Responder
  20. Ocularis
    11 febrero, 2009

    Me remito al comentario anterior al tuyo.
    Un saludo.

    Responder
  21. Mac
    22 junio, 2009

    Hola Ocularis,te quería preguntar algo que me da mucha curiosidad:

    he oído que para un adulto llevar unas gafas con mucha diferencia de graduación entre un ojo y el otro (el caso que te comento es una diferencia de 4D en hipermetropía), hace que las gafas puedan ser llevadas por un niño, pero que para un adulto sean unas gafas muy «difíciles de llevar». ¿Podrías decirme si esto es cierto? Si es cierto, ¿por qué son «difíciles de llevar», si con esa graduación es con la que cada uno de los ojos vería bien?

    La verdad es que me da mucha curiosidad este tema, pues es la primera vez que oigo algo por el estilo.

    Muchas gracias

    Responder
  22. Ocularis
    23 junio, 2009

    Te recomiendo leer el último artículo publicado en el blog, igual sirve para resolver tus dudas.
    Un saludo.

    Responder
  23. Rafa
    22 noviembre, 2009

    Es cierto que las gafas deben tener más graduación que las lentillas? o es un mito?

    Responder
    1. Ocularis
      25 noviembre, 2009

      Creo que precisamente esa pregunta es la que ha dado origen al artículo, y es la explicación que desarrollo. ¿Has leído el texto?
      Un saludo.

      Responder
  24. jessica paola
    2 septiembre, 2010

    Felicitaciones por su pagina, es muy instructiva y clara; ya los he agregado a mis favoritos.
    Me encantaria que publicaras algunas tablas de conversion de dioptrias, me ha costado mucho encontrarlas.
    Saludos.

    Responder
    1. Ocularis
      3 septiembre, 2010

      ¿Te refieres a conversión de dioptrias de lentes de contacto a gafas?. Ese material lo necesitan los profesionales de la visión, tampoco tiene mayor interés para el público general.
      Un saludo.

      Responder
      1. stuntman
        21 enero, 2012

        Si hay tablas de conversión de dioptrias de lentes de contacto a gafas o viceversa, ¿por qué entonces se evalúa la visión dos veces, una para las gafas, y otra vez para las lentillas, en lugar de simplemente evaluar solamente una y luego utilizar las tablas de conversión para hallar la otra?

        Responder
        1. Ocularis
          24 enero, 2012

          Son conceptos diferentes. Una cosa es la graduación objetiva y otra la subjetiva. Una es la graduación teórica y otra la práctica. De la misma manera que aunque ya tenemos aparatos que nos dicen en teoría las gafa que hay que poner, probamos con lentes para hacer los ajustes necesarios. Una lentilla se apoya en el ojo, y puede modificar su curvatura, pudiendo alterar, aunque sea poco, la graduación. También cambian las aberraciones que producen la lente, y la adaptación del paciente puede cambiar.

          Responder
  25. […] quieres puedes hacer el experimento de lupa que se explica en el post de Ocularis y podrás comprobar por ti mismo lo que anteriormente te hemos explicado del por qué es distinta […]

    Responder
  26. Un mensaje fresco y útil! Gracias por publicar esta temática. Me gustaría ver más artículos como este.

    Responder
    1. Ocularis
      23 agosto, 2014

      Me alegro que sea útil.

      Responder
  27. Judith Rubiano
    7 marzo, 2016

    Hola, me ha parecido muy interesante tu artículo el cual encontré por casualidad, quisiera compartir este artículo contigo acerca de un nuevo lente de contacto que ha salido para corregir mipias muy altas como la mía ya que tengo 12 dioptrias en el ojo derecho y un poco mas de 13 en el ojo izquierdo, así mismo astigmatismo por encima de los 4° en ambos ojos, seria interesante que hablaras un poco más sobre lentes de contacto y porque personas como yo no podemos usar lentes blandos sino rígidos o gas permeables!!

    http://www.elespectador.com/noticias/salud/desarrollan-lente-de-contacto-frena-progresion-de-miopi-articulo-620693

    Responder
    1. Ocularis
      17 diciembre, 2016

      Es un fraude, que fue desmentido mediante un comunicado oficial de la Sociedad Española de Oftalmología.

      Responder
  28. gafas con iman
    17 abril, 2017

    Muy buen articulo , muy explicativo ya que habia cosas que comentan en el articulo que desconocia.

    Responder
  29. […] a artículos del blog donde puedes encontrar más información sobre los temas que vamos a tocar: La graduación Conflictos de intereses en la graduación Para cualquier duda o comentario puedes escribir en: […]

    Responder
  30. Carlos
    19 abril, 2018

    Hola Ocularis.

    Acabo de leer tu gran artículo, debido que estoy buscando información sobre una duda que me ha surgido.
    A ver si puedes ayudarme…
    […]
    Muchas gracias.
    Un saludo y enhorabuena por la web.

    Carlos R.

    Responder
    1. Ocularis
      29 abril, 2018

      Hola Carlos:

      Gracias por leerme. Por desgracia no puedo ayudarte de acuerdo a las normas del Proyecto.

      Un cordial saludo.

      Responder

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