Este artículo sería quizás más propio de Malaprensa o incluso de Malaciencia, pero como la temática es bastante específica de lo mío, voy a permitirme invadir ese terreno.
Todo viene a cuento de un artículo de una revista que sin duda llevará a error a muchas personas que lo lean. El contenido de dicho artículo se puede entender básicamente como un «colirio milagroso» que cura las enfermedades del ojo. El artículo está realizado a partir de una entrevista al director de un centro oftalmológico privado, y puede llevar a sobrevalorar tanto el tratamiento en sí como dicho centro. He estado meditando largamente hasta qué punto dar los detalles, y he decidido no nombrar a este centro oftalmológico que a través del artículo encubierto como noticia científica ha recibido un propaganda éticamente dudosa.
Los hechos
El colirio en cuestión se denomina suero autólogo, y consiste en sacar sangre del paciente, separar las células de ésta y con el medio líquido que queda, prepararlo de forma que se pueda utilizar como colirio. La sangre contiene muchos nutrientes específicos, y además una serie de sustancias que favorecen el crecimiento de los epitelios (el epitelio es el tejido de recubrimiento, como la piel o la superficie del ojo). De esta forma, ayuda a la curación de bastantes problemas que afectan a la superfice ocular, entre ellos las úlceras y el ojo seco severo (que cursa con «úlceras microscópicas»). Ésta es la aplicación. No tiene posibilidades de rechazo porque son componentes del propio paciente. Es como favorecer el crecimiento y la regeneración natural de la superficie del ojo con nuestras propias sustancias curativas.
No es la panacea, hay algunos pacientes que no lo toleran porque les produce disconfort, y tampoco soluciona todos los problemas del epitelio. En otras enfermedades de la superficie del ojo está hasta contraindicado, como por ejemplo en las úlceras infectadas. Pero en global, los oftalmólogos valoramos positivamente el tratamiento, la verdad es que encontramos una diferencia grande al tratar con suero autólogo. Eso no quiere decir que el paciente lo note rápidamente y se cure; si un enfermo tiene un problema severo, con el suero autólogo no se le va a curar inmediatamente, pero sí que es cierto que cuando está bien indicado, el curso de la enfermedad es mejor que sin el suero autólogo.
En particular, en mi hospital usamos el suero autólogo desde hace tiempo, y los resultados en general son bastante positivos. Nosotros manejamos a cierto número de enfermos con una afectación grave ocular que se ha beneficiado bastante del tratamiento, aunque no estén curados y siga padeciendo síntomas crónicos.
La noticia
Lo que leemos en la revista es bien distinto. Voy a ir escogiendo las frases más llamativas.
* El título ya empieza fuerte: «Un colirio creado a partir de plasma regenera el ojo». Regenera el ojo, nada menos. Parece casi como que va a salir un ojo nuevo a un paciente que lo haya perdido. Regenerar es un término muy optimista para utilizar para el público general. El proceso de curación de una úlcera se puede denominar regeneración, pero para una persona que no esté familiarizada con este léxico, «regenerar» suena muy bien, la verdad. Parece que van a volver a crearse o curarse estructuras del ojo que no funcionen. Cuando el suero ayuda favorece la curación natural, nada más (y nada menos). Y sólo de la superficie ocular. No va a tener efecto alguno sobre problemas de retina, por ejemplo.
* El comienzo del artículo es así (no pongo el nombre del centro oftalmológico): «El —— ha presentado un colirio, creado a partir de la sangre del paciente, que regenera los tejidos dañados de la córnea». Parece que el colirio sea un invento de este centro oftalmológico, o que son los primeros en utilizarlo en España, o por lo menos que son pioneros en el tema. Nada más lejos de la realidad. En otros centros, como en mi hospital (y nosotros tampoco somos punteros en el suero autólogo) lo usábamos desde bastante antes que saliera la noticia. Por otra parte, nuevamente es demasiado optimista lo de «regenera los tejidos dañados de la córnea». Tiene un efecto muy bueno sobre el epitelio de la córnea, así es, aunque sería más real decir que «puede regenerar» o que «ayuda a la regeneración» más que simplemente «regenera». Pero es eficaz con el epitelio de la córnea. El 95% de la córnea está por debajo del epitelio, y es principalmente un tejido con pocas células que se llama estroma. Este estroma, de medio milímetro de espesor en la parte central de la córnea, debe ser transparente para que podamos ver. Una cicatriz puede volverlo opaco, y ante una opacidad crónica el efecto del colirio es nulo (y sobre una opacidad reciente el efecto es, como mucho, discreto). Así que, nuevamente, la expresión utilizada es un tanto exagerada.
* «permite la regeneración de la córnea». Otra vez podemos volver a dar falsas esperanzas a pacientes con una cicatriz corneal que le quita mucha visión, y que sólo podría mejorar con un transplante de córnea (y a veces ni eso).
* «…los resultados han sido excelentes». Usar calificativos tan optimistas contribuye a que el lector sobrevalore la técnica. Es cierto que al verlo el oftalmólogo la respuesta al tratamiento es muy evidente, pero sobre la historia natural de la enfermedad. Eso no significa que una enfermedad grave automáticamente se cure.
* «El líquido está recomendado para úlceras o para tratar infecciones graves o complicaciones de ojos secos». Con la primera y la tercera indicación, de acuerdo. Con la segunda no, el colirio sí que mejora la cicatriz que resulta de una infección de la córnea, pero eso va después. Cuando hay una infección, hay que tratarla con antibióticos,no es cuestión de que los pacientes nos pidan suero autólogo en vez de antibióticos para eliminar a las bacterias. El suero autólogo puede llegar a ser un caldo de cultivo para «alimentar» a las bacterias.
Conclusión
Cuidado con lo que leemos y con los medicamentos milagrosos. Hay que ser críticos, y pensar siempre en que puede haber un interés creado.