Plagiando blogs

Este es un artículo que no va de ojos, bastante cortito.

Estoy indignado. A mi amiga Shora, la autora del blog Medtempus (sin duda uno de las mejores bitácoras de divulgación médica), le han plagiado. Han cogido directamente un texto suyo y lo han puesto en varios periódicos digitales. Por supuesto, sin reconocer, mencionar o agradecer a la autora. Y además, lucrándose del trabajo ajeno. Aquí tenéis el artículo donde se describe con detalle el plagio.

Medtempus, al igual que mi bitácora, está bajo la licencia Creative Commons. Eso quiere decir que permitimos reproducir libremente e incluso modificar el contenido siempre que:

– Se mencione la autoría original (o sea, a nosotros)

– Nadie se lucre por nuestro trabajo, ya que cualquier producto derivado tiene que tener la misma licencia.

Como se ve, es una licencia bastante poco restrictiva. Si alguien quiere coger mis textos para una presentación o una explicación sobre cualquier tema de ojos, lo puede hacer, la licencia lo permite expresamente. De hecho, ni me tiene que pedir permiso. Sencillamente tiene que mencionarme y no cobrar por la actividad.

Es más, estas restricciones se pueden dispensar si da el permiso el autor. Vamos, que si un periodista amablemente se hubiera puesto en contacto con Shora y le hubiera pedido utilizar el texto, por supuesto mencionando la procedencia, no creo que mi colega le hubiera puesto ninguna pega. Se trata de simplemente hacer las cosas bien.

No es un caso aislado por desgracia. De hecho, ella lo encontró por casualidad, a saber si otros blogueros nos pasará lo mismo y no nos enteramos.

Me gustaría que se pudiera hacer algo al respecto, la verdad.

 

 

Comparte el artículo Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on Facebook
Facebook
Share on LinkedIn
Linkedin
Email this to someone
email

8 Comments

  1. Jesús
    13 febrero, 2007

    Ya me ha pasado un par de veces. Y la única manera que veo para que no ocurra es o dejar de escribir o «blindar» el blog frente a los buscadores, aunque el efecto sea una disminución en el número de visitas, cosa que a mí no me importa demasiado, dicho sea de paso.

    Responder
  2. OS_C
    13 febrero, 2007

    Pues sí que es para cabrearse, y también para preocuparse. Citar la autoría de una noticia que no es propia, y contrastar su veracidad consultando varias fuentes me parece que es lo básico, y no soy periodista, pero es que ¡es de sentido común! Claro, así vemos todos los días lo que pasa con los medios tradicionales: manipulación (voluntaria o no, que no se que es peor), noticias falsas o incompletas, y un largo etc.

    ¿Qué se podría hacer al respecto? Pues en este caso poca cosa, me temo que solo queda el recurso del pataleo que sería mandar una carta al director, que probablemente sirva de poco.

    Responder
  3. Ocularis
    13 febrero, 2007

    Jesús: Tienes razón, lo que pasa es que da pena tener que «esconder el blog». Al fin y al cabo, muchos blogueros buscamos difundir información. No por hacernos famosos, claro, pero los que tenemos vocación docente nos gusta saber que lo que ofrecemos está al alcance de todo internauta.

    Oscar: Eso es lo que me temo, que estamos indefensos ante este abuso 🙁

    Responder
  4. Jesús
    14 febrero, 2007

    Ocularis, coincido en lo que dices. Pero hay que reconocer que da rabia que después de haber pasado días o semanas preparando un artículo como quizás hiciera Shora, viniera el listo de turno y se apropiara de su trabajo. Eso da qué pensar.

    Antes de blindar mi blog frente a los buscadores, el 95% de las visitas que recibía procedían de los buscadores y viendo las palabras clave, estaba claro que la mayoría de la gente iba directamente a las reseñas sobre el libro «Cazadores de microbios» y viendo los comentarios que escribían, resulta que muchos lo usaban como «trabajos de clase» copiando y pegando sin más (y hasta se permitían el «lujo» de criticarte porque faltaba la información que ellos buscaban como si encima, tú les tuvieras que hacer los trabajos de clase). Supongo que este también habrá sido tu caso cuando pones «No se permiten consultas particulares ni segundas opiniones». Me imagino que ha habido gente que ha pensado que eres un oftalmólogo que no necesita citación previa (y encima, gratis). 😉

    Muchas veces, la vocación docente y las ganas de compartir conocimientos choca frontalmente con los «buitres» que están al acecho para robarte tu esfuerzo y al final, acabas pensando si la gente lee lo que escribes porque le gusta y quiere aprender o simplemente te usa como método fácil para hacer trabajos de clase o fuente de artículos pre-redactados (para el caso de periodistas sin escrúpulos).

    Así que te replanteas cómo enfocar el blog y te encuentras con:

    1) Mandar todo al garete y dejar de escribir. Yo, al menos, no puedo hacerlo. Tener un blog te «fuerza» a actualizarlo regularmente, por lo que cuando ves una cosa que te llama la atención, siempre estás tentado a escribir sobre ello y a profundizar en el tema. Podrías hacerlo también para ti mismo, pero eso da más pereza. Además, un blog te permite experimentar con diferentes estilos de escritura y si tienes conocimientos de diseño web, hasta puedes diseñarte tu propia plantilla, personalizando el blog y dándole un toque distintivo, con lo que al final, lo consideras como una criaturita a la que tienes que mimar.

    2) Rebajar el nivel de los artículos para que no resulten tan «tentadores». Poco recomendable. Al fin y al cabo, en el proceso de preparar un artículo, tienes que investigar, leer fuentes y acabas aprendiendo tú también. O eso, o en un ataque de malicia, te da por escribir un artículo críptico mezclando cultura pop japonesa y biología evolutiva. 😛

    3) Poner un mensaje de advertencia diciendo que tus textos están registrados y que emprenderías acciones legales contra cualquiera que copiara contenidos. Aparte de que suena bastante borde, la gente se lo pasaría por el forro de los pantalones.

    4) Buscar una solución de compromiso sacando tu blog de la «avenida principal» y colocándolo en un «callejón» poco concurrido. El efecto es que tienes menos visitas, pero a cambio ganas «clientes fijos». Ahora he conseguido que casi el 75% de las visitas sean de personas asiduas al blog. Otra forma de darte a conocer es escribiendo en otros blogs de temática relacionada y claro, también está Hispaciencia. 😉 Además es muy gratificante encontrar a gente que le ha gustado lo que escribes y que te votan (aunque al eliminar el plugin de votaciones te encuentras con situaciones inesperadas), que te menean tus entradas o que te han guardado en sus feeds.

    Por eso, he optado por esta solución. Si bien el blog no tiene demasiadas visitas, se nota el subidón cuando escribes un nuevo artículo. Y eso de ta ánimos para seguir adelante y escribir contenidos de calidad.

    Responder
  5. Joaquim
    14 febrero, 2007

    Lamentable. He leído tu enlace y de ahí he pasado a otro… lo peor (si cabe) es que esta práctica no es fruto de un estúpio afán de protagonismo de un particular anónimo, sino que se practica por «profesionales» de medios reconocidos.

    La ley está de parte del autor, sin duda, pero a costa de su tiempo y dinero.

    Espero que esta mala práctica no legue a privarnos de tan excelentes blogs como hay.

    Salu2

    Responder
  6. Ocularis
    14 febrero, 2007

    Jesús: De acuerdo con todo lo que has expuesto, y tu postura me parece muy válida, sin duda. Depende de la temática de la bitácora y de la forma de ser del bloguero, tomará una decisión u otra. Ambas tienen sus ventajas y desventajas.

    Joaquín: Sí, se aprovechan de eso, de que al plagiado no le compensa denunciar. Es muy injusto.

    Responder
  7. Javier
    18 marzo, 2008

    Yo creo que la solución es publicar un post cada vez que te copien, no un comentario sino un post completo, en el que se debe poner el nombre completo de la persona que firma la copia, el nombre de la web o el blog que lo pública y todos los datos que se puedan recabar acerca de los copiadores, le das al boton de publicar y listo, ademas se puede intentar que ese post de denuncia sea muy difundido, por ejemplo que salga en ¨meneame¨ (imaginaros lo suculento que resultaría un articulo-post titulado ¨fulanito tal de la la web famosa de turno plagia mi articulo y se queda tan fresco¨, que pasen verguenza y que quede constancia para todos de los nombres, blogs y webs que utilizan el copy-paste.

    Una idea es una idea.

    Por otro lado podeis contratar los servicios de la sgae y a cambio de una parte sustancial de vuestros ingresos se protegeran de copias, un guardaespaldas privado y obligado ¨capicci¨, increible pero cierto.

    Responder
  8. Ocularis
    18 marzo, 2008

    No es mala opción, la verdad.
    Espero no tener que utilizarla.
    Un saludo.

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *