Pregunta Trivial (LV)

La cuestión del mes de abril, con una participación de 86 personas, decía así:

¿Qué enfermedad produce más legañas?
a) Uveítis (2%, 1 Voto)
b) Conjuntivitis bacteriana 65%, 56 Votos)
c) Conjuntivitis vírica (10%, 9 Votos)
d) Conjuntivitis alérgica (10%, 9 Votos)
e) Escleritis (13%, 11 Votos)

La «legaña» es el término coloquios que usamos para secreción densa producida por la conjuntiva. La conjuntiva es el tejido que recubre la parte anterior del globo ocular (excepto la córnea), además de la parte interna de los párpados. Se trata de una mucosa, al igual que el tejido que recubre el interior de la nariz, la boca, la garganta, todo el tubo digestivo, el sistema respiratorio, la uretra, la vagina, etc. Las mucosas no tienen la superficie seca como la piel, sino que están humedecidas. Secretan un fluido acuoso mezclado con proteínas y otras sustancias. Cada mucosa tiene una secreción particular, y entre otras cosas es un mecanismo de defensa. En la conjuntiva hay lágrima, en la boca saliva, en el sistema respiratorio se produce un «moco» que no solemos percibir en condiciones normales, etcétera. Cuando una mucosa se inflama, su respuesta habitual, además de aumentar su flujo sanguíneo y a veces también su volumen, es producir mayor cantidad de secreción. Además la secreción suele alterar su composición, muchas veces haciéndose más densa porque se añaden células y proteínas defensivas. Así, cuando tenemos «mocos» y «flemas», lo que nos ocurre es que aumenta la secreción de la mucosa respiratoria cuando tenemos infección en la nariz o la garganta.

La legaña viene a ser lo mismo, serían como los «mocos» de la nariz, pero en el ojo. Una inflamación de la conjuntiva produce legañas, se segregan proteínas y células a la lágrima, y produce un residuo más «sólido». Por lo tanto cualquier conjuntivitis (inflamación de la conjuntiva) puede provocar la aparición de legañas. Ya podríamos descartar la uveítis, que es la inflamación de un tejido interno de ojo (la úvea, como ya hablamos en su momento). También podemos descartar la escleritis que implica inflamación de la cubierta externa del ojo, la esclera. En estados dos enfermedades la conjuntiva puede enrojecerse por aumento de flujo sanguíneo, pero no se inflama la propia conjuntiva, por lo que no altera su secreción.

Dentro de las conjuntivitis, no todas las causas producen la misma respuesta. La conjuntivitis de causa alérgica produce una secreción mucosa, no muy abundante. En el caso de las conjuntivitis víricas se produce una secreción blanquecina, variable en cantidad según la intensidad, pero en general no es el síntoma dominante. Sin embargo, cuando la causa es una infección por bacterias la secreción es muy abundante y densa, mucopurulenta, amarillo-verdosa. Suele producirse lo que se suele decir de «levantarse con el ojo pegado». La legaña puede adherirse a las pestañas y secarse, por lo que efectivamente puede dificultar abrir los párpados al despertarse. Por lo tanto, la respuesta correcta es conjuntivitis bacteriana.

Enhorabuena a los acertantes porque la amplia mayoría de los que han participado han dado con la respuesta correcta. El ranking se ha actualizado y está puesta la cuestión de mayo así que ¡a jugar!

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