Suplementos nutricionales para la retina (IV)

En este último artículo de la serie vamos a resumir y redondear la información sobre el tratamiento oral de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). En realidad ya está todo expuesto en los anteriores post (primero, segundo y tercero), pero quería complementar el tema con algunos enlaces para ver otros puntos de vista. También quería salir por un momento del ojo para ver que esto de los suplementos dietéticos, las vitaminas y los antioxidantes son parte de una tendencia de la industria para «vender salud» en forma de alimentos enriquecidos y complementos. Los beneficios reclamados para la visión forman parte de una amplia gama de beneficios (algunos más teóricos que prácticos) por parte de una serie de sustancias químicas. Conviene hacerse una idea hasta qué punto se trata de una evolución lógica con evidencias científicas sólidas o una moda en la que los intereses comerciales juegan un papel más relevante. Enlazando con esto, echaremos un vistazo al futuro inmediato del tratamiento de la DMAE. Y por último expondré mi opinión personal.

La información en la red

Si buscamos información  sobre retina y dieta, hay mucha en Internet. En los puestos más altos del buscador encontramos artículos de revistas y blogs de «salud» (pongo las comillas porque se refiere a un tema, no a la veracidad de los contenidos). Nos hablan de los beneficios de compuestos y elementos como los que ya hemos hablado en esta serie de post, además de otros más de moda hoy en día como la luteína, la zeaxantina, y una serie de ácidos grasos omega-3 (acrónimos como DHA o EPA comienzan a verse en medios convencionales). También podemos leer bondades sobre la zanahoria o los arándanos. La gran mayoría de las webs mencionan los supuestos beneficios sin aclarar de dónde sacan la información, ni dosis, ni cuál es exactamente el beneficio. Y además suelen ser bastante asertivas en sus afirmaciones: si uno se fía de lo que lee, habría que entender que se trata de beneficios indiscutiblemente demostrados. Concretamente para la DMAE, según esta información, ciertos alimentos o complementos sirven eficazmente para luchar contra esta enfermedad. Ya hemos ido explicando aquí que para la gran mayoría de los alimentos y compuestos no se ha demostrado beneficio alguno, y sólo hay tres que en la práctica pueda encontrarse un beneficio estadístico muy discreto para proporcionalmente pocas personas, a unas dosis muy altas, y que actualmente ni mediante dieta ni con preparados comerciales podemos reclamar dicho beneficio.
Sobre este tipo de información mayoritaria a favor, con poca información real y poco científica (aunque se mencionen estudios de forma ambigua no se realizan un tratamiento y análisis adecuado) no creo necesario poner enlaces porque su posicionamiento en los buscadores es muy buena.

Si uno quiere buscar información fiable, donde ponga en claro lo que realmente dicen los estudios científicos, donde se aclaren las limitaciones y no se exageren los supuestos efectos positivos, lo tiene difícil. Hay poca información, escondida y muchas veces no en un formato amigable o adecuado para el público general. En concreto, sobre el impacto que tiene el AREDS (el ensayo clínico que he ido analizando en los artículos anteriores) hay algunas reflexiones de oftalmólogos donde exponen los inconvenientes que he ido mencionando aquí: problema de dosis, efectos secundarios, beneficio muy reducido, etc. Aquí pongo tres ejemplos: uno, dos y tres. En algunos se puede ver cierta controversia, con algún oftalmólogo posicionándose más a favor de utilizar los complementos y alguno en contra. Es relevante que cuando leemos la posturas más favorables a la utilización de estos complementos, el autor deja claro que está opinando (resalto el término, volveremos a ello después) que puede ser beneficioso tomar suplementos, pero a la dosis del AREDS, no disponible comercialmente.

Ya digo, esta muestra de información que ofrecen los oftalmólogos, que sí está más analizada y basada en evidencia, es difícil de encontrar, y realmente no está escrita y presentada para el público general; se trata de versiones web de una revista para oftalmólogos. Pero podemos encontrar información en internet que ofrecen oftalmólogos o centros oftalmológicos para su lectura general, en un lenguaje y formato más amigables. ¿Qué nos dicen en general los oftalmólogos sobre el tema?. Pues en general lo que encontramos es preocupante.

  • En muchos casos (1, 2, 3) encontramos los mismos errores que en webs supuestamente menos cualificadas, asegurando evidentes beneficios. ¿El manejo de estas webs está más en manos de otros profesionales no sanitarios que buscan un modelo de «publicación y promoción»?. Parece que en estos casos no se trata de divulgar información real al público, sino ofrecer un formato de publicación electrónica atractiva para promocionar su marca. Es interesante que todavía nos quieran vender por ejemplo los beneficios de la zanahoria en un medio como el nuestro, donde casi no existe déficit de vitamina A. Conviene a este respecto recordar de dónde vino ese mito. O cómo se reclama como mecanismo un daño crónico en la retina por los rayos ultravioleta, cosa que se viene proponiendo desde hace tiempo pero que no está demostrado. O cómo nos ofrecen conclusiones erróneas del AREDS.
  • En otras ocasiones (1, 2) encontramos una mención ambigua y escueta sobre los supuestos beneficios, cuya lectura todavía nos puede inducir a error. Supongo que en una buena parte de los casos se debe más bien a no entrar en conflicto con la opinión de otros oftalmólogos que sí prescriben estos complementos nutricionales, y simplemente pasan de puntillas sobre el tema. Aun así, creo que esta información es mejorable.
  • Por último, webs donde hacen una exposición detallada de cómo está la situación, no he encontrado en castellano.

La posición de los oftalmólogos

Hemos visto que en Internet los oftalmólogos se posicionan mayormente a favor. ¿Qué es lo que piensan en realidad?. Creo que podríamos resumir las diferente posturas así:

  • Unos, además de recibir la información facilitada por las compañías farmacéuticas, va a las fuentes, a los artículos científicos. No encuentran evidencia científica suficientemente sólida para utilizar los complementos nutricionales en este momento, y no creen adecuado prescribirlos.
  • Otros son algo escépticos, quizás por la falta de evidencia científica, o bien por su experiencia personal (la sensación que habitualmente se obtiene de pacientes que lo utilizan es que «no funciona»). Sin embargo prescriben los complementos nutricionales por una serie de razones: por mandar al paciente algo y que por lo menos sienta que se está haciendo algo para luchar contra su problema, o por si al final resulta que sí funcionan.
  • Por último, hay otra parte de oftalmólogos que están convencidos de que realmente son eficaces, debido a los mecanismos de acción propuestos y a los resultados obtenidos «in vitro» o en estudios epidemiológicos. Y prescriben estos complementos nutricionales con más convencimiento.

¿Cuál es la posición correcta?. Es difícil de decir, depende de cómo definamos lo correcto o incorrecto. El primer grupo encarnaría una posición clara de medicina basada en la evidencia.

En el segundo grupo el médico cede a la presión, a la demanda de tratamiento (principalmente del paciente, claro, pero también se ve presionado por las farmacéuticas). De eso hemos hablado en el primer artículo de la serie, y más extensamente en un post antiguo: el dilema de no poner tratamiento. También dentro del segundo grupo están los que lo mandan «por si acaso», aunque en su experiencia clínica no ven que estos complementos ayuden. Sería una forma de pensar de este estilo: «si hay tantos estudios que apuntan la posibilidad de que son complementos beneficiosos para la retina, algo harán, aunque todavía se resistan los ensayos clínicos bien diseñados». En síntesis, el oftalmólogo está mandando un tratamiento a pesar de que entiende que no funciona, o bien opina que posiblemente funcione.

En el tercer grupo, el oftalmólogo entiende que los estudios poblacionales y las investigaciones in vitro son pruebas suficientes, y tiene claro que es un tratamiento beneficioso. Sin embargo, el grado de certeza científica a la hora de trasladar un tratamiento a la práctica no se llega a través de conclusiones individuales, hay que cumplir una serie de condicionantes, que son las de los ensayos clínicos. Por lo tanto, aunque el oftalmólogo de este grupo tiene claro que es algo beneficioso, realmente está opinando.

Según lo entiendo, la opinión médica, el ojo clínico, la experiencia y todos estos aspectos que forman parte de la esencia del acto médico, deben buscar aplicar la evidencia científica al paciente concreto, buscando su mayor beneficio. Pero la opinión no debe sustituir a las pruebas.

Los complementos nutricionales fuera de la retina

Decía al principio que hablar de vitaminas, antioxidantes, omega-3, etc., está ya a la orden del día, y recibimos casi a diario noticias y anuncios sobre sus bondades para multitud de enfermedades. Por suerte, médicos y científicos cada vez se mueven más para por lo menos ofrecer un punto de vista más realista. Por ejemplo, este artículo de El País la autora de Medtempus, (Shora, una de las bloggers sanitarias más leídas) nos pone de manifiesto la falta de pruebas que hay en muchos de los beneficios reclamados. En este post de Amazings (el blog de divulgación científica más importante en castellano) hacen un análisis de los «alimentos enriquecidos», y aclaran que un efecto «in vitro» no implica un beneficio real «in vivo». Poco a poco estos mitos van cayendo, como explican en este artículo de El Mundo.

Como vemos, los beneficios no son tantos. Pero además existen efectos secundarios, y vamos encontrando artículos en Internet que lo ponen de manifiesto. Por poner solo dos ejemplos, uno en castellano, y otro en inglés.

El futuro

Este mismo año tendremos los resultados del AREDS2, que analiza entre otras cosas las nuevas moléculas propuestas para el tratamiento de la DMAE. Como bien me recordaban en un comentario del artículo anterior, hay puestas muchas esperanzas en diversos pigmentos visuales como la luteína y la zeaxantina, así como en unos ácidos grasos omega-3 (ya hemos mencionado antes al EPA, DHA). Algunas instituciones ya opinan sobre el tema, y hablan de sus beneficios. Aunque una lectura detenida nos aclara que son elementos probablemente necesarios para una buena función visual, pero eso no tiene nada que ver que un aporte externo sea beneficioso para la DMAE. Como suele pasar, ya se venden desde hace tiempo complementos nutricionales con estos elementos, aunque todavía no han demostrado realmente sus beneficios.

En cualquier caso, dentro de poco tendremos evidencia científica sobre este tema tan candente. Eso quiere decir que muy pronto la información de estos artículos puede quedar obsoleta, y podamos decir otras cosas sobre la enfermedad. Como que ya tiene algún tipo de tratamiento eficaz.

Mi opinión

No me gusta opinar sobre salud, tenemos que trabajar sobre certezas y no especular. A pesar de eso es inevitable llegar a conclusiones subjetivas y «hacer tu quiniela». Posiblemente el AREDS2 nos demuestre un beneficio más significativo con las nuevas moléculas que lo que sabemos de las antiguas (para mí el AREDS implica el fracaso y el punto final de la vitamina C, vitamina E, betacaroteno y Zinc, aunque algunos hacen la lectura contraria). Sin embargo, creo que la curación de la enfermedad no va a venir por ahí. En la degeneración macular asociada a la edad hay implicados factores genéticos, vasculares, inflamatorios, etc. que espero que nos den una vía eficaz para tratarla. Creo que los factores nutricionales tienen menos importancia, y por mucho que nos afanemos en estudiar esta línea, no vamos a conseguir el éxito que todos queremos. Y eso me preocupa porque la vía nutricional acapara la mayor parte de los esfuerzos en investigación.

Ójala me equivoque, sería un placer escribir otro artículo dentro de poco hablando de la revolución en el tratamiento de esta enfermedad. Y poder ofrecer a nuestros pacientes un tratamiento de verdad.

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19 Comments

  1. Rodrigo Abreu
    24 enero, 2012

    Muchas felicidades. Me ha gustado mucho leer de forma tan extensa y seria, estos post sobre los suplementos nutricionales.

    Un saludo.

    Responder
    1. Ocularis
      24 enero, 2012

      Gracias a tí por leer y comentar en los artículos.

      Saludos

      Responder
  2. Idoia Telleria Elorza
    28 marzo, 2012

    Soy medico de Atencion Primaria y me ha parecido interesantisima la revision que has hecho sobre los suplementos nutricionales para la retina I,II,III,IV
    En relacion a la degeneracion macular no en ancianos (DMAE) sino en la Retinosis Pigmentaria ,te envio un articulo de un triglicerido reesterificado(NPD1-DHA)del acido graso omega 3 docosahexaenoico,que venden en la asociacion de retinosis pigmentaria.
    Es probable que lo conozcas y si no es asi me alegraria colaborar en darte mas informacion
    Un saludo

    Responder
    1. Ocularis
      29 marzo, 2012

      Sobre la retinosis pigmentaria hay últimamente algunos estudios sobre aportes nutricionales que parecen ofrecer una vía eficaz de tratamiento (aunque parece que es «paliativo», por decirlo así; las esperanzas siguen en la terapia génica). De todas formas no veo que me hayas enviado el artículo. ¿Lo has hecho por mail?.
      Saludos.

      Responder
      1. Idoia telleria elorza
        12 abril, 2012

        Gracias por contestar,te envio el articulo del NPD1 por e-mail
        Un saludo

        Responder
  3. Idoia telleria elorza
    12 abril, 2012

    por cierto ,¿cual es tu e-mail?

    Responder
    1. Ocularis
      12 abril, 2012

      Está en la sección «autor»: proyecto.ocularis (arroba) gmail.com

      Responder
  4. yanjing
    9 junio, 2012

    Sobre la retinosis pigmentaria hay últimamente algunos estudios sobre aportes nutricionales que parecen ofrecer una vía eficaz de tratamiento (aunque parece que es “paliativo”,

    Responder
    1. Ocularis
      14 junio, 2012

      Sí, es un tema que ahora está de moda. Aunque en esta serie de artículos me he centrado en la degeneración macular, la verdad es que sobre nutrición y retina se puede hablar mucho más.

      Responder
  5. culturismo y musculacion
    6 julio, 2012

    Gracias por el buen ahinco y por escribir algo nuevo a la Internet!

    Responder
  6. MARI
    20 agosto, 2013

    Hola! me ha gustado mucho el articulo,
    y me gustaría saber quien es el autor. Muchas gracias.!

    Responder
    1. Ocularis
      5 septiembre, 2013

      El autor es el mismo que el de todos los artículos de este blog 🙂
      http://ocularis.es/?page_id=55

      Responder
  7. Marcos Aguiar
    23 febrero, 2015

    Hola en primer lugar felicitaciones por toda la investigación y puntualidad en la opinión consejo y estudio desde el punto de vista profesional.. Soy consumidor del retilut y padezco de retinosis pigmentaria y creo que me va bien (jeje) pero me dejas la intriga de usar areds 2 tiene mucho parecido al compuesto del retilut.. Solo busco un complemento que me ayude con la oxidacion natural de la vista y tener un respaldo con el dia a dia por la degenaracion natural.. Si pudieces recomendarne algo con el caso.. (Retinitis pigmentaria) un gran saludo y mi sincero agradecimiento por tu blog que ayuda un montón..

    Responder
    1. Ocularis
      24 febrero, 2015

      Me temo que actualmente no hay un complemento nutricional que haya demostrado ser eficaz en el tratamiento de la retinosis pigmentaria.

      Saludos.

      Responder
  8. Francisco Javier Martín
    9 julio, 2015

    Rubén, ¿has visto este estudio completo?

    http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22027699

    Responder
    1. Ocularis
      14 julio, 2015

      Ese tipo de artículos son útiles en el ámbito de la investigación, ofrecen bases (y justifican la inversión y financiación, que al final se trata de eso) para realizar estudios más amplios, con más pacientes y con medidas de función visual más cercanas a la realidad clínica. Pero no sirven para hacer recomendaciones prácticas.

      La Zeaxantina era una molécula muy prometedora hace pocos años, principalmente gracias a estudios como el que enlazas. Las compañías farmacéuticas dieron por hecho que estábamos por el buen camino para prevenir la DMAE, y se apresuraron a sacar al mercado numerosos complementos nutricionales con Zeaxantina. Luego llegó el AREDS 2, que es el tipo de estudio con capacidad para asentar cambios en la práctica clínica, que podría modificar de verdad las guías clínicas de la enfermedad. Y fue un jarro de agua fría. Se esperaba que mejoraran los resultados del AREDS 1 (que son francamente decepcionantes por mucho que nos hayan querido vender otra cosa: 2% de mejoría absoluta, necesitamos tratar 84 pacientes para que uno se pueda beneficiar, y eso si pudiéramos prescribir las dosis del estudio, que no podemos). Y el AREDS 2, con las moléculas «de nueva generación», no consiguió mejorar los resultados (malos) del AREDS 1.

      Conclusión, la Zeaxantina se ha quedado así; se sigue prescribiendo sin sustento científico auténtico, lo mismo que el omega-3, la luteína, vitaminas, etc. Pero no hay ningún preparado comercial que haya demostrado que sirva.

      Responder
  9. francisco javier
    25 diciembre, 2015

    estamos hablando de sustancias vitaminicas y antioxidantes de origen natural, si es verdad que en dosis elevadas
    pero si no hay evidencia de que son efectivas para prevenir nada, y teniendo en cuenta que proceden del reino
    vegetal la mayoria ¿ porque dicen que es bueno comer muchas verduras y frutas para prevenir enfermedades, gracias a sus vitaminas, antioxidantes o polifenoles? porque esto si que la mayoria de la gente se lo cree y muchos estudios cientificos asi lo corroboran ¿habria que hacer estudios tambien con los vegetales para ver si realmente
    protegen de algo?

    Responder
  10. francisco javier
    26 diciembre, 2015

    Si estamos hablando de micronutrientes que se hallan en los vegetales y frutas , y segun las conclusiones que tengo al leer el articulo es que no hay evidencia seria de que sirva para algo mi pregunta entonces es ¿porque mandan consumir grandes cantidades de verduras y frutas , que contienen esos ingredientes vitaminas minerales , betacarotenos , polifenoles .. si al final no hay evidencia seria de nada ? porque la gente cree que comer grandes cantidades de verdura y fruta es beneficioso para mejorar la salud , no estaremos exagerando tambien las propiedades de verduras y frutas?

    Responder
  11. Ocularis
    30 diciembre, 2015

    El que sean sustancias «naturales» o «artificiales» no deja de ser una separación convencional, arbitraria hasta cierto punto, sobre todo cuando estamos hablando a nivel molecular. La mayor parte de las sustancias tóxicas y perjudiciales para el ser humano son naturales. De hecho, el reino vegetal ha ido evolucionando durante millones de años favoreciendo la selección de sustancias tóxicas. Así que ni lo artificial es malo per se ni lo natural es bueno per se.
    Por otra parte, no hay una recomendación firme para la prevención de la degeneración macular mediante nutrientes, complementos vitamínicos ni dieta. Así que, como dices, «mandar» comer verduras y frutas para esta enfermedad, no es una recomendación basada de forma estricta y realista en pruebas científicas.
    Lo que sí que es cierto es que es beneficioso para otras enfermedades, incluso algunos procesos degenerativos hasta cierto punto similares con la enfermedad. No deja de ser un consejo general de salud, sin los problemas que puede tener un complemento vitamínico con dosis «demasiado altas» de moléculas con actividad en nuestro cuerpo.

    Responder

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