Uveítis (I): concepto

Seguimos con nuestro recorrido por las enfermedades más relevantes de los ojos [Nota mental: hacer un wiki con todos los artículos de enfermedades importantes]. El grupo de enfermedades al que nos vamos a referir hoy no son de alta frecuencia en comparación con otros padecimientos ya explicados, como el ojo seco, los defectos de graduación, las cataratas, el glaucoma, etc.

Sin embargo, las uveítis son una parte importante de la oftalmología por:

  • Su relativa frecuencia, a pesar de todo. No están en el «top» que he dicho antes, pero para nada las podemos considerar enfermedades raras
  • Sus consecuencias pueden ser importantes. Digamos que son inflamaciones que tenemos que hacer mucho más caso que las producidas en los párpados, en la conjutiva (conjuntivitis), y que una buena parte de las producidas en la córnea.
  • Es un grupo de enfermedades muy amplio y diverso, que con frecuencia pone a prueba los conocimientos y el ojo clínico del oftalmólogo.
  • El tratamiento puede ser eficaz para cortar el brote, pero es habitual que seamos incapaces de impedir satisfactoriamente las recurrencias. Vamos, que puede llegar a constituir un auténtico «martirio» para el paciente.
  • La mayoría son de causa desconocida, y las de causa conocida pueden tener un diagnóstico complejo.

Antes de empezar de lleno, aviso que empezamos una serie de artículos densos. Lo encontrarán interesante aquellos con mucha curiosidad (y tiempo libre) por estos temas, y sobre todo el que haya padecido una uveítis. Sigo un poco la línea de los artículos de desprendimiento de retina, degeneración macular o cataratas: que son un poco más densos de lo que yo desearía explicar, pero los lectores me demandan información y yo lo publico. El que le aburra el artículo, siempre puede pasarlo rápido para ver sólo las imágenes 😉

La inflamación y el ojo

¿Qué es eso de «uveítis»?. Como muchos sabréis, el sufijo -itis se usa mucho en medicina para indicar inflamación. Así que aquí os pongo una «chuleta» con las diferentes estructuras del ojo, su «nombre técnico» (normalmente las raíces latinas o griegas) y cómo se llama la inflamación de esa estructura

Estructura -> Raíz etimológica -> Inflamación

Párpado -> Blefaros -> Blefaritis

Conjuntiva -> Conjuntiva -> Conjuntivitis

Córnea -> Keratos -> Queratitis

Esclera -> Esclera -> Escleritis

Epiesclera -> Epiesclera -> Epiescleritis

Úvea -> Úvea -> Uveítis

Retina -> Retina -> Retinitis

Vasos sanguíneos -> Vascular -> Vasculitis

Humor vítreo – > Vítreo -> Vitritis

Iris -> Iris -> Iritis

Cuerpo ciliar -> Ciclos -> Ciclitis

Coroides -> Coroides -> Coroiditis

Nervio óptico -> Neuros -> Neuritis óptica

Papila -> Papila -> Papilitis

Un poco de anatomía

Repaso sencillo

Vale, entonces ya sabemos qué es la uveítis: la inflamación de la úvea. Pero ¿qué es la úvea?. Empecemos por lo básico. El globo ocular es un órgano redondeado, aproximadamente esférico (excepto la parte anterior, que tiene una «abolladura»), que tiene unas cubiertas y una cavidad. La cavidad se rellena por dos tipos de líquidos (el humor acuoso y el vítreo, aunque este último es más gelatinoso que líquido) y una lente (el cristalino). Las cubiertas son tres. De la más externa a la más interna:

  1. La esclera o esclerótica: Es lo «blanco del ojo», el recubrimiento rígido más exterior. La parte más externa de la esclera se llama epiesclera. Por fuera de la epiesclera está la conjuntiva, que es un tejido bastante transparente. La conjuntiva no forma parte del globo ocular. En la parte más anterior, la esclera se transforma, volviéndose transparente y más curvada: es la córnea. De la conjuntiva y la córnea hemos hablado en el artículo de las lentes de contacto.
  2. La úvea: es la capa intermedia entre la esclera y la retina. Si la esclera es una capa fibrosa, recia, que protege las delicadas estructuras del interior, y la retina es la delgada capa que recoge la información visual, la úvea se encarga de «alimentar» al ojo. Se constituye básicamente de vasos sanguíneos, un complejo circuito de venas y arterias que sirven para proporcionar nutrientes, principalmente a la retina.
  3. La retina, la capa interna que se encarga de recibir los rayos de luz y convertirlos en información que pueda asimilar el cerebro. Se constituye por neuronas, células de sostén y fotorreceptores.

A la úvea le ocurre un poco como a la esclera, que según su localización se ve modificada y recibe otro nombre. Así, la mayor parte de la úvea está detrás de la retina (entre la retina y la esclera) y se llama coroides (de ella hemos hablado, por ejemplo, en este artículo). Sería la úvea posterior.

Si no queremos entrar en detalles anatómicos, simplifico: la parte de adelante de la úvea es el iris y otra estructura llamada cuerpo ciliar. Y la parte intermedia se llama pars plana. Es decir, que la úvea se compone de:

  • Parte anterior: iris y cuerpo ciliar
  • Parte intermedia: pars plana
  • Parte posterior: coroides.


En este sencillo dibujo han señalado la coroides (que es la mayor parte de la úvea), el cuerpo ciliar (ciliary body) más oscuro, y el iris. Han pecado de sencillez al obviar la pars plana, que estaría entre el cuerpo ciliar y la coroides.

La anatomía en profundidad

Para el que se quiera complicar la vida, aquí está la explicación larga.

La retina no tapiza todo el interior del ojo, se sitúa principalmente en la parte de atrás (lo que se conoce como «fondo de ojo»). Conforme la retina se hace más anterior, se va adelgazando (van desapareciendo los receptores y neuronas, ya que aquí apenas llega luz y no tiene sentido recoger la información visual). Finalmente, la retina termina y la úvea queda al descubierto. La línea en la que se interrumpe la retina se llama ora serrata, un término latino que le viene bien, porque efectivamente el aspecto es «en sierra».

La úvea al descubierto ya no se denomina coroides. Estamos ya en la úvea intermedia, y después de la ora serrata viene una zona plana, lisa, y conforme nos vamos hacia la parte anterior, el tejido se vuelve más rugoso. Así tenemos la pars plana y la pars plicata. O sea, parte plana (más atrás, cercana a la retina) y parte plegada (más adelante). La pars plana se suele clasificar como úvea intermedia, y la pars plicata ya formaría parte de la úvea anterior. Estas rugosidades de la pars plicata no son más que los procesos ciliares, en los cuales se produce el humor acuoso, como explicábamos en este artículo sobre la tensión ocular. También de los procesos ciliares salen unos filamentos que sujetan al cristalino, como comentábamos en este artículo sobre las cataratas. Además, a nivel de los cuerpos ciliares pero en un plano más profundo está el músculo ciliar, que es un anillo de fibras musculares que se encargan de acomodar el enfoque a la visión cercana, como describíamos en este otro artículo. En global, los procesos ciliares (lo que asoma al interior del ojo) más el músculo ciliar (que queda más profundo) se denomina cuerpo ciliar.

Rescato esta imagen de un artículo anterior. Es una fotografía real del ojo, visto desde dentro y con microscopio de barrido. La parte más periférica (la izquierda y la esquina superior derecho) es la pars plana; se ve lisa. Hacia el centro del dibujo, la úvea se transforma en una estructura rugosa, con digitaciones. Es la pars plicata, los procesos ciliares. De aquí surgen los ligamentos para el cristalino, que son esos «hilitos» que salen de los procesos ciliares y llegan a esa plantaforma que cuelga, el cristalino.

Si seguimos más adelante, el cuerpo ciliar se prolonga en una estructura bien conocida por todos: el iris. Hasta ahora, toda la úvea estaba en contacto con la cubierta externa (la esclera). Pero el iris se separa de la cubierta (que ahora es la córnea) y queda proyectado hacia el interior del ojo, flotando en el humor acuoso. Del iris ya hemos hablado, y sabemos que posee dos músculos para abrir y cerrar la pupila y de esta forma regular la cantidad de luz que entra dentro del ojo.

En esta imagen (también con microscopía de barrido) vemos en detalle el iris a la izquierda y a la derecha el cuerpo ciliar. Lo vemos desde dentro del ojo, y hemos tenido que quitar el cristalino (si no, no podríamos ver el iris). Se aprecian perfectamente los procesos ciliares como rugosidades. Hacia la parte más derecha estos procesos van desapareciendo para irse convirtiendo en la pars plana.

Y aquí abajo tenemos un dibujo donde vemos el cuerpo ciliar y el iris (la pars plana queda fuera del dibujo, tendría que estar a la izquierda). Podemos ver la relación con otras estructuras: la córnea que es esa capa azul arriba y a la derecha, el cristalino que está justo debajo del iris y «conectado» al cuerpo ciliar por esos ligamentos con forma de hilos.

Repasemos, esta vez de adelante a atrás. En la úvea anterior, tenemos el iris, cuya base se continúa con el cuerpo ciliar. La úvea intermedia se llama pars plana. Y la úvea posterior, que ya queda oculta por detrás de la retina, se llama coroides.

La respuesta inflamatoria

La inflamación de un tejido depende básicamente de las células defensivas (glóbulos blancos y o leucocitos) que suelen venir por la sangre. Así, los tejidos con mucho riego sanguíneo se pueden inflamar más. De las tres capas del ojo (esclera/córnea, úvea y retina), no todas tienen la misma capacidad de inflamación. La más externa, la esclera, tiene pocos vasos sanguíneos, y su inflamación (llamada escleritis, o epiescleritis si sólo es su capa más superficial) es relativamente infrecuente. La córnea sí se inflama (queratitis) con más frecuencia, pero suele deberse a causas externas (una úlcera, un herpes, etc).

La retina también tiene capacidad de inflamación (retinitis), pero debido a que es muy delgada y con relativo poco aporte sanguíneo en comparación con la úvea, casi nunca hay retinitis sin participación de la coroides (recordamos que es la coroides la que está detrás de la retina). Así, cuando hablamos de retinitis o de coroiditis, realmente suelen ser retinocoroiditis, donde se inflaman ambas capas.

Donde hay mayor flujo de sangre y mayor capacidad de inflamación es en la úvea; por tanto, las inflamaciones del interior del ojo son básicamente uveítis. De hecho, la retina también suele participar cuando el problema está en la parte posterior del ojo, y también participan las cubiertas externas (esclera y conjuntiva, y como veremos en posteriores artículos, el ojo se pone rojo), pero consideramos que es la úvea la que más se inflama y el resto de estructuras (vítreo, retina, esclera, conjuntiva) tiene una inflamación secundaria y dependiente de la uveítis.

Causas

Siendo sinceros, las ocasiones en que podemos conocer la causa de la uveítis son pocas: básicamente, las que se deben a un agente infeccioso o a un traumatismo.

  • Uveítis infecciosa: sería una infección de dentro del ojo. Pueden ser anteriores, pero la mayoría son posteriores (se afectan la coroides y la retina. Las clásicas son la toxoplasmosis ocular, tuberculosis, sífilis, etc.
  • Si el agente infeccioso, en vez de confinarse en la coroides y la retina, es capaz de progresar hacia el interior de la cavidad (vamos, hacia el vítreo). Esta forma especial de inflamación las denominamos endoftalmitis. Viene de»endo» que significa dentro, «oftalmo» que significa ojo, e «itis» que significa inflamación. Estas infecciones son muy graves y se suelen deber a bacterias u hongos. Los gérmenes pueden entrar a través de una herida del ojo (tanto por una operación como por un traumatismo penetrante), o bien por la sangre (en este caso, la infección empezó en otro lugar del cuerpo viajó hasta el ojo).
  • Hemos dicho que si un golpe en el ojo es capaz de hacer herida, hay riesgo de infección grave (endoftamitis). Pero normalmente los golpes en el ojo son romos, y no hay heridas que penetren en el interior. Entonces se produce lo que se llama uveítis traumática. El ojo sufre una contusión y se inflama por ello. También puede sangrar (y ponemos nombres bastante peculiares como «hiposfagma», «hifema», «hemovítreo», «hemorragia subhialoidea», etc), pero no es el tema de hoy.
  • Uveítis autoinmune: Autoinmune significa que el sistema defensivo «ataca» a estructuras del propio cuerpo. Cuando hay gérmenes, o ha habido un traumatismo, lo normal es que haya inflamación. Pero si no hay causa aparente, pero a nuestras defensas les da por atacar los tejidos propios, el problema está en el sistema defensivo. Realmente no sabemos la causa. Existen las que no podemos identificar apenas ningún factor relacionado, y las llamamos idiopáticas, que significa «de causa desconocida». Otras se pueden relacionar con enfermedades más o menos autoinmunes (artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, psoriasis, enfermedad inflamatoria intestinal, etc) y asumimos que el ojo es uno más de los órganos afectados por la enfermedad. Pero aunque tenemos esta asociación, seguimos saber la causa en profundidad. En otras palabras, sabemos más o menos lo que ocurre (el tipo de inmunidad afectada, algunos patrones en la analítica o determinantes genéticos) pero no por qué ocurre. Así, aunque estas uveítis estén asociadas a enfermedades reumatológicas (y ya no reciben el apelativo de «idiopáticas»), siguen siendo de causa desconocida.
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25 Comments

  1. Manuel
    5 febrero, 2007

    Hola, gracias por el artículo. Tengo unas cuantas preguntas.

    Cuando no es infecciosa ni por traumatismo ¿se da por hecho que es autoinmue? ¿Es la causa más común?

    Cuando se produce por y tras una cirugía podemos decir que es traumática?

    Me suena haber leído (corrígeme si me equivoco) que las antiguas lentes de cámara anterior, de soporte angular causaba uveítis crónica. En ese caso la causa es traumática o autoinmune.

    La uveítis ¿puede ser solo en una parte de la úvea? ¿Qué parte de la úvea se inflama con más frecuencia?

    Los «ojos rojos» ¿pueden ser tanto por inflamación de la esclera o como de la úvea? ¿se distingue a simple vista?

    Gracias

    Responder
  2. Ocularis
    5 febrero, 2007

    Hola Manuel:
    Unas preguntas interesantes.

    Cuando no es infecciosa ni por traumatismo ¿se da por hecho que es autoinmue? ¿Es la causa más común?

    Más o menos es así, el diagnóstico de «autoinmune» (idiopática o asociada a enfermedad reumática) se realiza por exclusión, cuando se descartan las causas externas de la inflamación.

    Cuando se produce por y tras una cirugía podemos decir que es traumática?

    Sí. Tras cirugía intraocular siembre se produce una reacción de la úvea. Ciertamente no solemos denominarla uveítis, aunque conceptualmente lo es. Una úlcera corneal profunda (sobre todo si éstá infectada) también produce una uveítis, que al igual que la postquirúrgica, también es reactiva. No lo llamamos como tal «uveítis», sino que con frecuencia utilizamos otras denominaciones como «reacción de cámara anterior», pero sí, es un elemento externo que desencadena la respuesta inflamatoria del ojo.

    Me suena haber leído (corrígeme si me equivoco) que las antiguas lentes de cámara anterior, de soporte angular causaba uveítis crónica. En ese caso la causa es traumática o autoinmune.

    Así es, aunque a veces no es propiamente inflamación sino que se va desprendiendo pigmento al rozar la lente con el iris. Otras veces sí que era uveítis de verdad. Sería una uveítis traumática.

    La uveítis ¿puede ser solo en una parte de la úvea? ¿Qué parte de la úvea se inflama con más frecuencia?

    Suele ser de una parte concreta. Es más frecuente la uveítis anterior. Después la posterior y por último la intermedia.
    También existen situaciones en las que se inflama toda la úvea, que se llama panuveítis. De hecho, las endoftalmitis de las que hablo en el artículo suelen ser panuveítis.

    Los “ojos rojosâ€? ¿pueden ser tanto por inflamación de la esclera o como de la úvea? ¿se distingue a simple vista?

    Esto lo explicaré detalladamente en la segunda parte del artículo, pero adelanto unos conceptos. Desde fuera sólo podemos ver la conjuntiva y la esclera; no vemos la úvea. Así que, en este caso, se debe a un enrojecimiento reactivo de la esclera. No lo llamamos propiamente escleritis porque el tejido que primariamente se inflama no es la úvea. Digamos que es un enrojecimiento «pasivo» de la esclera debido al proceso activo de la úvea. Hay unas diferencias clínicas entre el ojo rojo de la uveítis, de la conjuntivitis y de la escleritis, aunque eso queda ya más para el oftalmólogo.

    Responder
  3. Mar
    25 febrero, 2007

    En este artículo comentas lo siguiente: «Su relativa frecuencia, a pesar de todo. No están en el “topâ€? que he dicho antes, pero para nada las podemos considerar enfermedades raras «, sin embargo en la página del IIER (Instituto de Información de Enfermedades Raras), consideran la uveítis posterior como tal:

    «La uveítis posterior es una enfermedad rara de la visión, caracterizada por una coroiditis (inflamación de la coroides), que también puede afectar a la retina, llamándose entonces coriorretinitis».

    URL: http://iier.isciii.es/er/prg/er_bus2.asp?cod_enf=2227

    ¿Qué opinas al respecto? ¿Estás de acuerdo con esta opinión o puede considerarse que las uveítis son de difícil clasificación en este grupo, dependiendo de su sintomatología, localización, etc.?

    Por otra parte te envié un correo a proyecto.ocularis@gmail.com, y no he recibido respuesta ¿Es esta dirección correcta?

    Saludos,

    Mar.

    Responder
  4. Ocularis
    25 febrero, 2007

    En la página que me enlazas pone:

    La uveítis posterior es una enfermedad rara de la visión, caracterizada por una coroiditis (inflamación de la coroides), que también puede afectar a la retina, llamándose entonces coriorretinitis.

    [La negrita es mía]

    Mientras que lo que pongo yo es:

    Sin embargo, las uveítis son una parte importante de la oftalmología por:

    * Su relativa frecuencia, a pesar de todo. No están en el “topâ€? que he dicho antes, pero para nada las podemos considerar enfermedades raras

    Yo hablo de las uveítis en general, mientras que la otra página habla sólo de las uveítis posteriores. Por otra parte, en el siguiente artículo, yo decía:

    Nos ceñiremos a lo más frecuente: sobre todo a las uveítis anteriores agudas

    .
    Las uveítis anteriores son bastante más frecuentes que las posteriores. De ahí que a las primeras les dedique más espacio en el blog, a pesar de que las segundas tienen más variedad de hallazgos en la exploración. Así, si consideramos sólamente el subgrupo de las posteriores las podemos considerar raras. De todas formas, considerar hasta qué punto es rara una enfermedad, es bastante relativo. En comparación con el ojo seco siempre será algo raro, pero al lado de las angiomatosis cerebelorretinianas, por ejemplo, será una patología frecuente.

    En cuanto al correo, posiblemente sea el filtro adaptativo para el spam. Como suelo recibir mails tuyos con sólo un enlace, el filtro lo envía a la carpeta de spam. Y con el tiempo se debe aprender las direcciones de «spam» y ya directamente lo ha debido mandar a la papelera. Desactivaré el filtro que haya capturado tu dirección de mail para poder recibir correo.

    Responder
  5. Mar
    26 febrero, 2007

    Lo entiendo mejor tras tu explicación.

    Aunque precisamente por la variedad de uveítis que existen, las diferentes sintomatologías y afectaciones, y sobre todo, tomando en cuenta el hecho de que en un alto grado son idiopáticas,o que son sólo síntomas de enfermedades latentes que pueden ser muy diferentes entre si o desconocidas, se podría decir que la uveítis, en principio, no es una «enfermedad rara», pero que dependiendo del tipo y las características de cada caso o de las enfermedades a que se asocien, pueden serlo.

    Esta página que te indiqué, también considera la pars planitis como enfermedad rara (AAhora que lo miro).

    Y bueno, también incluye la que supongo, mejor y oficial manera de definirlas: «Las Enfermedades Raras, incluidas las de origen genético, son aquellas enfermedades con peligro de muerte o de invalidez crónica, que tienen una frecuencia (prevalencia) baja, menor de 5 casos por cada 10.000 habitantes en la Comunidad, según la definición de la Unión Europea».

    Deduzco que uveitis posterior y pars planitis deben serlo ya que están incluídas aquí.

    Con respecto al correo, volveré a enviártelo desde la misma dirección y desde otra.

    Gracias y Saludos.

    Mar.

    Responder
  6. Ocularis
    26 febrero, 2007

    Ya decía que la definición de «raro» es algo relativo. La definición que pones de «enfermedad rara» no está consensuada y admitida como tal. Vamos, que lo usan ellos internamente y me parece bien, pero cuando un médico habla de enfermedad rara se refiere simplemente a infrecuente, con toda la indeterminación que ello conlleva. De hecho, a priori, la definición propuesta tiene de criticable que incluye criterios de gravedad (peligro de muerte o invalidez crónica), que excluiría a las enfermedades infrecuentes aunque menos graves.

    Responder
  7. Patricia
    2 marzo, 2007

    Hola, he leido tus articulos sobre uveitis y me han parecido excelentes, nada de cosas poco claras, de verdad que explicas todo muy bien, con palabras lo mas simpels posibles para que las pueda entender cualquier mortal y se te agradece, ya que tengo uveitis desde hace ya 13 años, me la han tratado, me ha vuelto, en fin ya me canse y siempre busco informacion para ver que hay de nuevo.
    Nunca me han explicado claramente en que consiste, pero ahora si ya entiendo todo asi que mil gracias.

    Responder
  8. Ocularis
    3 marzo, 2007

    Me alegro de que te haya servido de ayuda, Patricia.
    Un saludo.

    Responder
  9. Juan
    11 mayo, 2007

    Muy buen articulo, tengo dos preguntas:
    1)Que se debe recomendar a una persona con uveitis anterior?
    2)Cual seria el plan de estudios?

    Responder
  10. evelyn quintana
    21 junio, 2007

    que tratamiento se le da a una persona con uveitis?

    Responder
  11. Ocularis
    25 junio, 2007

    El tratamiento y las pruebas complementarias son ya de manejo puramente médico, y no aportan nada a un blog de divulgación para el público general.
    Un saludo.

    Responder
  12. INMACULADA PANIAGUA RODRÃ?GUEZ
    15 julio, 2007

    Estimados amigos:
    He leído vuestro informe sobre esta enfermedad que padezco desde hace mucho tiempo. Siempre trato de informarme un poco más,pues hay veces que estoy desesperada aunque he aprendido a vivir con ella.
    Padezco una uveítis anterior en el ojo derecho.Me han hecho muchísimas pruebas,pero no dan con quitz de la cuestión.
    En fin,me resigno, y doy gracias porque es sólo un ojo el afectado.Ya tengo que operarme de cataratas,causa de los corticoides.
    ¡Un saludo!

    Responder
  13. Ocularis
    15 julio, 2007

    Un saludo para tí también, Inmaculada.

    Responder
  14. […] Softonic Descargas de software « Uveítis (I): concepto Plagiando blogs » […]

    Responder
  15. Daniel
    1 noviembre, 2008

    Estimado Doctor, quería felicitarlo por el articulo presentado, muy claro, facil de entender y creo que es lo que el público general necesita para profundizar sobre estas patologías no tan habituales. Saludo Atte.
    Daniel

    Responder
  16. Ocularis
    3 noviembre, 2008

    Gracias a tí por leerme y tu valoración.
    Saludos.

    Responder
  17. […] Uveítis, enfermedades del nervio óptico, etc: hay una serie de enfermedades, muchas de origen desconocido y otras con causas difíciles de tratar, que suponen un importante reto médico para este siglo. Si bien como causa de pérdida visual hay que tenerlas en cuenta, no es habitual que acaben en ceguera. […]

    Responder
  18. carlos
    7 abril, 2010

    Excelente artículo, muy pedagógico, con lenguaje claro y creo que entendible para la mayoría del público, soy médico, no oftalmólogo y los felicito por su claridad

    Responder
  19. sasil ha
    16 junio, 2010

    estimado Dr. he leido sus articulos y la verdad lo felicito; la oftalmología requiere de un buen método de enseñanza para comprenderla y la verdad usted lo ha logrado son temas de mucha importancia para mi gusto y que a veces no se toman en cuenta. me gusta mucho la forma en la que explica y sus dibujos dicen más que mil palabras asi que en conjunto son muy buenos articulos. le agradezco el tiempo invertido.

    Responder
  20. Jose Romo
    25 diciembre, 2012

    Felicidades muy bien explicado

    Ya ni en la escuela. me gusteria me mandaran mas articulos.
    gracias

    Responder
  21. […] pars planitis es un tipo de uveítis intermedia, de causa desconocida, que cursa a brotes y suele aparecer en personas jóvenes. La […]

    Responder
  22. Germán
    26 noviembre, 2013

    Hola, me a parecido muy interesante tu blog. Padezco uveítis anterior bilateral hipertensiva. Lo único que he echado en falta ha sido el pronóstico de este tipo de enfermedad. Y cuales pueden llegar a ser sus consecuencias o efectos dañinos sobre el ojo.
    Un cordial saludo y enhorabuena por tu blog.

    Responder
    1. Ocularis
      27 noviembre, 2013

      La uveítis es un espectro amplio y heterogéneo de enfermedades. Las hay con buen pronóstico y sin secuelas, y las hay que producen un daño severo. En un artículo tan general como éste no podemos dar mucha más información.
      Saludos.

      Responder
  23. […] es la 4, enfermedad de Marfan. Las tres primeras son enfermedades que producen de forma clásica uveítis. En cuanto a la sarcoidosis, podemos acordarnos de la fiebre uveoparotídea o síndrome de […]

    Responder
  24. […] o uveítis hipertensiva). Aquí el glaucoma sería la consecuencia de una inflamación ocular o uveítis. También existen otras causas conocidas de glaucoma, como la pseudoexfoliación o la dispersión […]

    Responder

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