Estaba casi seguro de haber escrito hace ya bastante tiempo un artículo sobre conjuntivitis. Recuerdo las fotos, y la idea general del texto. El caso es que cuando me tocó escribir el artículo sobre la conjuntivitis en la oftalmopedia busqué el artículo sobre conjuntivitis que juraría haber ya escrito.
Puede que hiciera el borrador y se me olvidara publicarlo, no sé. El caso es que aquí está, redactado de nuevo. No es admisible que en un blog sobre oftalmología no haya dedicado una entrada a algo tan frecuente y paradigmático.
La conjuntiva
Sobre la conjuntiva ya hemos hablado en numerosas ocasiones: en el artículo de las lentillas, el del ojo seco, etc. Se trata de un tejido más o menos transparente, situado en «lo blanco del ojo», lo que rodea a la parte de color (el iris). Realmente, la conjuntiva no es blanca, lo blanco es el tejido que está detrás, la esclera. Lo que es visible a simple vista de la conjuntiva son sus vasos sanguíneos, esas «venillas» que que vemos más o menos serpenteantes en el globo ocular.
Siendo estrictos, la conjuntiva no pertenece al globo ocular en sí : las cubiertas externas del ojo son la córnea y la esclera. La conjuntiva está por encima de la esclera (más o menos); digamos que es más externa todavía. Por tanto, los procesos que afectan a la conjuntiva pueden alterar la superficie ocular, pero no el ojo en sí. Habitualmente no cursan con la misma gravedad que un proceso interno del globo ocular (como uveítis, glaucoma, desprendimiento de retina) o de las auténticas cubiertas externas (queratitis, etc).
La conjuntiva es un tejido blando, bastante delgado, con buen aporte de sangre, cuya misión principal es dar soporte a la superficie ocular, manteniendo activamente la lágrima y ofreciendo una superficie homogénea entre el ojo y los párpados, de manera que se minimice la fricción entre ambas superficies cuando parpadeamos o movemos el globo ocular. Porque una cosa que muchos no saben es que la conjuntiva no está sólo tapizando el ojo: se continúa en la parte interior de los párpados, de manera que al parpadear, se desliza conjuntiva sobre conjuntiva, o conjuntiva sobre córnea.
Esa es la causa de que en la exploración ocular, a veces tenemos que dar la vuelta al párpado superior, de manera que la conjuntiva de ese párpado queda expuesta para que la veamos. En algunas conjuntivitis la conjuntiva del párpado superior conforma unas lesiones características que nos indican la causa del problema.
En esta fotografía de arriba hemos dado la vuelta al párpado. Aparece señalada la conjuntiva que tapiza la parte interior del párpado. Y en la imagen de abajo vemos la conjuntiva que tapiza el párpado inferior. Es más fácil de ver, basta con traccionar el párpado hacia abajo.
Además de la función estructural, la conjuntiva es primera línea defensiva. La superficie del ojo está expuesta al ambiente, agentes químicos, alergias, polvo, pequeños cuerpos extraños, etc. Las condiciones que necesita la superficie ocular para funcionar son muy exigentes: una película lagrimal homogénea, una córnea transparente, etc. La córnea, el otro tejido que está en la superficie, no tiene vasos sanguíneos ni células encargadas de producir lágrima, de forma que está muy limitada para responden ante una agresión. Es la conjuntiva la que responde a los peligros, modificando la producción de lágrima, aportando células defensivas contra las infecciones, etc.
Dado que la córnea es un tejido más importante y delicado, la conjuntiva responde con igual o mayor intensidad a los daños en la córnea que en ella misma. Es esta última la que tiene que responder por las dos.
Respuesta inflamatoria
Decíamos que las causas capaces de agredir la superficie del ojo son muchas. Sin embargo, la respuesta de la conjuntiva, por lo menos inicialmente, es muy parecida. De hecho, el comportamiento es similar al que muestran la mayoría de nuestros tejidos cuando se inflaman. Lo primero que ocurre es que aumenta el aporte sanguíneo. Los vasos se dilatan y llega más sangre. Así, habrá más células que podrán defendernos o reparar el daño. Cuando esto ocurre en la piel (como en una quemadura solar), vemos la zona más enrojecida. En la conjuntiva tenemos la ventaja de que vemos directamente los vasos sanguíneos. Se dilatan y se hacen más aparentes.
Además, un tejido inflamado se hincha, aumenta de volumen. En este caso pasa lo mismo. Lo que ocurre es que siendo algo tan delgado, normalmente no vemos el abultamiento de la conjuntiva. Pero sí lo notamos. Puede engrosarse la conjuntiva que recubre el ojo o la que está en la parte interior del párpado, y este aumento de volumen aumenta la fricción al parpadear. Queda menos espacio entre el párpado y el ojo, y nos raspa y molesta cada vez que parpadeamos y movemos el ojo.
A veces ese aumento de volumen no es difuso, sino que forma estructuras separadas con una forma peculiar (eso nos sirve para el diagnóstico, como explicamos un poco más adelante). En esta fotografía de abajo vemos la conjuntiva del interior del párpado superior (o sea, hemos dado la vuelta al párpado para obtener la imagen). Vemos unos engrosamientos en forma de «empedrado»:
Además, hay una defensa activa propia de las mucosas (que es el tejido superficial que tapiza partes del cuerpo que deben estar húmedas, como la garganta, los bronquios, el tubo digestivo o el ojo). Ya que la conjuntiva produce una parte de la lágrima, cuando se inflama modifica esa lágrima de forma que pueda defendernos. En vez de ser básicamente agua y proteínas de pequeño tamaño, la conjuntiva vierte a la lágrima células defensivas y grandes proteínas defensivas. Por tanto, ya no tenemos una lágrima «limpia» que circula como si fuera agua. Se forman residuos más viscosos, que todos conocemos: las legañas. Realmente no es nada nuevo: cuando tenemos un catarro, se producen «mocos» en la nariz. Las fosas nasales están recubiertas por una mucosa, al igual que el ojo, que está produciendo una secreción limpia, una mucosidad que no notamos porque circula inadvertidamente hacia la garganta. Sólo cuando esta mucosidad aumenta y se hace más densa es cuando notamos los «mocos» y se deslizan por la nariz.
Las legañas serían algo parecido, una forma de responder de la conjuntiva ante las agresiones.
Aparte de los signos objetivos de la conjuntivitis: ojo enrojecido, legañas, etc, también hay unos síntomas más o menos característicos. Hemos hablado de esa sens
ación de cuerpo extraño o de roce, por el propio engrosamiento de la conjuntiva. Pero hay más: sensación de «calor», porque llega más sangre y aumenta la temperatura en esa zona. Puede haber picor, escozor, pesadez, dependiendo de la causa e intensidad de la conjuntivitis.
Causas
Muchas. De forma amplia, hay gran cantidad de procesos que tienen en mayor o menor medida participación de la conjuntiva. Por ejemplo, ya hemos hablado del ojo seco. La sequedad crónica es un proceso agresivo para la superficie ocular, por lo tanto podemos entenderla como una conjuntivitis crónica. De hecho, otro nombre de esta enfermedad es queratoconjuntivitis seca («querato» significa que además de inflamarse la conjuntiva, participa la córnea). Después, los procesos irritativos transitorios también son, estrictamente hablando, conjuntivitis. Hablo del cloro de la piscina (no de una alergia propiamente dicha, sino del enrojecimiento leve al abrir los ojos bajo el agua), de la irritación por el aire y polvo, por frotarse enérgicamente los ojos, etc.
Un ejemplo de lo que teóricamente sería una conjuntivitis: cuando se deposita un cuerpo extraño debajo del párpado, se enrojece la conjuntiva. En la imagen de abajo vemos el párpado superior evertido con esa mota causante de las molestias y el ojo rojo. Aunque en teoría es una forma de conjuntivis, reservamos el término para otros procesos en donde el problema reside en el propio tejido conjuntival.
Decíamos que en la práctica solemos restringir el término «conjuntivitis» a procesos algo más intensos o duraderos, donde el problema se centra más en la propia conjuntiva. Muchas de estas conjuntivitis son agudas o por lo menos cursan en brotes agudos. Por eso, el término «conjuntivitis crónica», exceptuando las de causa alérgica, es algo muy raro. Sería una forma inadecuada de llamar a un «ojo rojo crónico», cuyo problema no suele ser lo que llamamos conjuntivitis.
Las manifestaciones dependen bastante del tipo de causa: algunas pican más, otras tienen el ojo muy rojo, otras producen mucha legaña, etc. Todas estas pistan suelen orientar bastante bien el diagnóstico sin necesidad de una lámpara de hendidura, con lo cual en muchos casos la conjuntivitis puede manejarlas el médico general sin derivar al oftalmólogo.
Conjuntivitis infecciosas
Quizás las más frecuentes. Pueden ser por bacterias o virus. Suelen ser agudas y autorresolutivos, se pasa en días o pocas semanas. La intensidad es muy variable. El contagio es muy fácil, y son habituales las epidemias.
Conjuntivitis alérgica
También muy frecuente, puede presentarse sola o dentro del contexto de una alergia con otros órganos implicados: fosas nasales, bronquios, piel, etc. Suelen ser crónicas, estacionales las que responden a alergias de origen vegetal, y los que la sufren suelen conocer bien los síntomas a la hora de ir adecuando el tratamiento.
Diagnóstico
No todos los ojos rojos son conjuntivitis. Es habitual cometer esa imprudencia. La exploración cuidadosa revela unos signos diferenciales que permite distinguir las conjuntivitis entre sí y con otras enfermedades que también cursan con ojo rojo.
Además los síntomas, la evolución, si afecta a uno o ambos ojos, etc nos siguen orientando a la causa.
Y finalmente, el examen con lámpara de hendidura permite descartar con seguridad otras causas y establecer el tipo de conjuntivitis.
Tratamiento
Depende de la causa, de la intensidad, del tiempo de evolución, etc. Algunas son autolimitadas y no precisan tratamiento, otras sí hay que tratarlas. En la mayoría de los casos el tratamiento consiste en la aplicación de uno o varios colirios durante unos días o semanas.
Por desgracia, es habitual la automedicación. Muchas personas se «autodiagnostican» de conjuntivitis cuando tienen un ojo rojo (hay más causas), y se aplican por su cuenta un colirio antibiótico. Teniendo en cuenta que aunque sea conjuntivitis, las de causa bacteriana (que son las que realmente responden al tratamiento antibiótico) no constituyen la mayoría de conjuntivitis, no es una buena idea. Además, la utilización «a demanda» de un antibiótico en el ojo hace que las bacterias del ojo se hagan resistentes al tratamiento antibiótico. Y cuando se produzca una conjuntivitis bacteriana de verdad, va a ser más difícil acabar con la infección.
2 agosto, 2008
Sigo pensando que da gusto leerte. Me ha encantado este artículo, (tardabas en escribir sobre el tema).
Abrazo.
Anita.
2 agosto, 2008
Gracias, Anita. Tardaba en escribir, sí, a ver si vuelvo a coger ritmo.
Un abrazo.
5 agosto, 2008
Interesante el artículo, como todos.
Dos preguntas:
Cuando se producen abundantes legañas, ¿suele tratarse de una conjuntivitis infecciosa?
Supongo que tanto las víricas como infecciosas son igualmente contagiosas y por tanto se deben adoptar las medidas higiénicas pertinentes: No compartir toallas, almohadas, lavarse bien las manos, etc.
Hace muchos años, cuando era niño, recuerdo que el médico solía prescribir lavar los ojos con agua hervida y ácido bórico utilizando un «ojero». Práctica que supongo está totalmente erradicada y posiblemente ya no vendan estos utensilios.
Saludos
5 agosto, 2008
Hola Carmelo:
Gracias por la valoración. Las víricas son un tipo de conjuntivitis infecciosas. Los agentes infecciosos más comunes son los virus y las bacterias, así que tanto en conjuntivitis víricas como bacterianas debemos cuidar la higiene.
En cuanto a los síntomas y signos diferenciales entre conjuntivitis, los he omitido a propósito del artículo. La idea de esta entrada es comprender un poco mejor en qué consiste una conjuntivitis, no quiero hacer una guía para que uno se autodiagnostique en casa.
Espero que se entienda la postura.
Los lavados con agua hervida y un poco de sal (a veces mandaban poner una pizca de sal común, y otras veces ácido bórico que no deja de ser otro tipo de sal) se utilizaban mucho, y el algunos sitios todavía se prescribe. Teniendo disponible suero fisiológico en viales pequeños, la opción del agua hervida quedaría obsoleta. El suero fisiológico tiene la concentración correcta de sal, y garantiza la asepsia y limpieza mejor que hervir el agua. Los «ojeros» (parecidos a pequeños vasos con la embocadura que encaja entre la ceja y la mejilla) todavía hay, aunque creo que ya no se venden. No me importaría hacerme con uno, por tener un testimonio de utensilios antiguos en cuidados oculares.
Es más higiénico el lavado «a chorro», directamente el suero fisiológico sobre la superficie ocular, y lavamos la piel con gasa o papel que se desecha en el momento. Así no apoyamos ese «vaso» que puede hacer de reservorio de gérmenes.
Saludos
6 agosto, 2008
Buenass
Yo también juraría haber leído esto. De todos modos, aprovecho para felicitarte (te sigo desde el primer articulo) y desearte un buen verano 🙂
sl2ss
7 agosto, 2008
Me alegro que alguien se acuerde, pensaba que eran paranoias mías. Debí escribirlo y luego meter la pata en los menús de administración para que se borrara.
Gracias por seguirme estos 3 años (debes ser de las poquitas 😀 )
Feliz verano a tí también.
8 agosto, 2008
[…] Últimos comentarios Ocularis en: El orzuelo y el chalaciónEugenio Manuel en: El Proyecto Ocularis cumple 3 añosKaren en: El orzuelo y el chalaciónOcularis en: BlefaritisOcularis en: ConjuntivitisOcularis en: Las «moscas», «hilitos» y «manchas negras»Ocularis en: ¿Qué es la tensión ocular?OS_C en: El Proyecto Ocularis cumple 3 añosDaniela en: BlefaritisC: J. ALVAREZ en: ¿Qué es la tensión ocular? […]
25 agosto, 2008
esta chebre pero es mucho
25 agosto, 2008
Los artículos suelo dividirlos en apartados con títulos más grandes. Puedes ir directamente a la parte que te interesa para no leer todo.
31 mayo, 2009
[…] Cuando estuvimos hablando sobre las conjuntivitis explicábamos que a veces se utilizan antibióticos en colirio cuando la causa es infecciosa. O bien antialérgicos cuando se debe a una alergia. El órgano diana es la conjuntiva o la propia lágrima, que es precisamente donde ponemos los colirios. Estos antibióticos o antialérgicos no deben atravesar otros tejidos, ya están donde tienen que estar. En ocasiones utilizamos también antiinflamatorios en colirio, tanto para la conjuntiva como para la córnea. Nuevamente, el fármaco ya está en contacto con el tejido que debe tratar. […]
4 junio, 2009
Hola, Ocularis:
Yo ya te leía hace tiempo, pero estuve un año o año y medio desconectada. Sin embargo, hoy estaba buscando información sobre la conjuntivitis ampollosa en internet, y la verdad es que apenas he encontrado nada, y me he acordado de tu blog.
El artículo me ha gustado mucho, de principio a fin, y me ha sacado de dudas en casi todo, pero aún me gustaría hacerte alguna pregunta: en el caso de la conjuntivitis que comento antes, ¿las ampollas se producen en la conjuntiva o en el tejido que hay debajo de ella? ¿y, sólo del párpado o también pueden salir en la del globo ocular? ¿por qué se producen esas ampollas, es algún método de defensa del ojo, igual que la modificación de la lágrima o es simplemente una lesión?
No sé si son demasiadas preguntas, pero en cualquier caso, gracias por adelantado.
6 junio, 2009
«Conjuntivitis ampollosa» no es un diagnóstico de una enfermedad concreta, es una manifestación que se puede encontrar en varias enfermedades mucosinequiantes de la superficie ocular. Salvando las distancias, es como preguntar el tratamiento o los detalles de un dolor abdominal. Depende de la enfermedad que lo produzca.
Mi recomendación es preguntar directamente al médico.
Un saludo.
10 junio, 2009
Excelente artículo!!!
Estoy saliendo de una conjuntivitis […].
De verdad muchas gracias por la información, es buenísima. Se nota que es muy buen médico.
11 junio, 2009
Gracias por leerme, Wendy
27 julio, 2009
Hola
Primero, una duda sobre la conjuntiva.¿ESta se extiende solo por la zona visible del globo y «vuelve» por el interior de los parpados hasta sus bordes o continua por todo el globo que no se ve y la zona con la que se supone que fricciona?
Segundo, no queda claro la diferencia entre conjuntivitis y ojo rojo/rosa, si es que hay alguna. Seria interesante conocer que otros problemas cursan con ojo rojo y que no sea porque la conjuntiva este inflamada sin importar la causa. LA tendencia del medico es asumir que solo hay una causa/solucion y del oculista asociarlo a un proceso cronico, cuando el antibiotico no funciona.
Aparte de eso, me gustaria preguntarte como se usa y vende (formato y caracteristicas) el suero especifico para lavar los ojos. ¿Que problemas tiene el lavarse con agua corriente (del grifo): cloro, residuos solidos…?
27 julio, 2009
Hola Juan:
No se extiende sólo por la zona visible del globo, pero cambia de dirección formando un fondo de saco para tapizar el interior de los párpados. La conjuntiva sólo está presente en la parte delantera del globo ocular.
Conocer los problemas que cursan con ojo rojo es interesante para el médico, que tiene que hacer el diagnóstico. Orientar un artículo para el público general hacia un proceso diagnóstico posiblemente no sea una buena idea.
Hay una confusión de términos. El oculista u oftalmólogo es médico. Y lógicamente, no vamos a hablar aquí de tendencias de diagnóstico de unos u otros médicos.
El suero para lavado lo venden en farmacias. En cuanto a problemas para el agua del grifo, hay numerosos: diferente concentración de iones (con lo que es un irritante directo), «cloro» (es decir, lejía), multitud de bacterias y otros organismos (amebas, hongos), etc.
16 agosto, 2009
¿Qué opinas acerca de lavarse con infusión de tomillo o de manzanilla?
Mil gracias… y adelante con el blog 🙂
La primera vez que entro no por curiosidad o por aprender sino por problemas en el ojo…
25 agosto, 2009
Está muy extendido, sobre todo lo de la manzanilla.
Opino que hace más mal que bien: si necesitas lavarte el ojo, lo mejor es suero fisiológico: sin gérmenes ni proteínas extrañas al ojo. Si hace falta un efecto antiinflamatorio, lo mejor es utilizar un colirio adecuado cuyo efecto está demostrado y medido, y cumple con las garantías de esterilidad, seguridad, hipoalergénico, etc.
Un saludo.
29 septiembre, 2009
[…] Y como enfermedades no congénitas podríamos destacar las conjuntivitis y las blefaritis (esta última puede ser aparatosa cuando se complica con orzuelos), que raramente revisten gravedad para la visión. […]
24 noviembre, 2009
Una pregunta: qué opinas del uso de corticoides para la conjuntivitis papilar?
25 noviembre, 2009
Opino que las valoraciones sobre tratamiento hay que hacerlas en la consulta médica.
Un saludo.
18 febrero, 2010
Soy persona mayor 67 años, y empiezan los problemas. Hace tres dias,me dice una hija, ¿ que es esa mancha roja que tienes en el ojo ?, yo no me habia notado nada., corriendo a urgencias. Lo primero medir la tensión y demas requisitos. me esplicaron muy bien las causas. Efectivamente tengo un catarro con una tos y estornudos tremendos, y en cima me puse a hacer unos esfuerzos tremendos con una maza y una cuña para abrir un boquete en una pared antigua de piedra y cemeento, sin teener encuenta edad y condicion fisica. Pero mi cabeza no dejaba de dar vueltas y vueltas. Busco en internet y topo con su pajina SOLARIS.
Derrame ocular. Enrrojeciminto de ojo. Las fotografias estupendas y justo lo mismo que a mi me pasa en los ojos., y sobre todo la narracion tan amena y clara y reparadora de sus escritos. Muchas gracias por su trabajo y dibulgación.
Atencion, pregunta: ¿ es perjudicial para los viejos como yo, plantarse ante en ordenador y liarse a leer en internet articulos e información como si uno fuera un jovenzuelo ? lo pregunto por lo de la vista. Muchas gracias, y saluz y pesetas.
15 octubre, 2010
buenos dias ocularis
gracias por ladedicacion y todo ese emriquesimiento imformativo las descripsines muy bien datadas y en terminos sencillos y muy buenas imagenes
gracias por eso detalles
atte
naun vasques toloza
santa marta colombia
6 octubre, 2011
wallpapers…
[…]Ocularis » Conjuntivitis[…]…
17 diciembre, 2011
REALMENTE ME PARECIO UN BUEN ARTICULO , ME GUSTARIA QUE MENCIONARAS ALGUNOS MEDICAMENTOS , FUERA DE ESO ES UN GUSTO LEERLE
11 abril, 2012
ME ENCANTO SU ARTICULO Y ME PARECE MUY BIEN EXPLICADO E ILUSTRADO.
FELICIDADES
GRACIAS POR SACARME DE LA IGNORANCIA.
19 agosto, 2013
Felicitaciones
22 marzo, 2014
Muy detallada la explicación sobre todo ilustrada ampliamente con fotos. A mis 86 años entendí que es la conjuntiva y me parece muy acertado utilizar suero fisiológico para lavarse el ojo en lugar de utilizar acido bórico. La manzanilla aun se usa en medicina como desinflamatorio pero pero la solución debe estar preparada en un laboratorio. Te agradezco sinceramente tus explicaciones.
15 marzo, 2015
[…] conjuntivitis son infecciones muy frecuentes y en general sin secuelas a largo plazo. Existen casos concretos que […]
14 diciembre, 2015
Buenas Tardes: Excelente blog ,es grato saber que todavia existen personas que les guste educar en salud. GRACIAS Y FELECITACIONES
29 marzo, 2016
buenas tardes primera vez q le escribo
quisiera saber si usted es el propio autor de esta definicion
necesito su nombre para ponerlo en un proyecto
17 diciembre, 2016
Soy el autor del artículo, si te refieres a eso. ¿A qué definición te refieres?.
19 noviembre, 2016
Gracias por toda su información. Muy detallada. Yo estuve muy preocupada por tanta » legaña » (En México le decimos lagaña ) Me estaba auto medicando sólo con manzanilla, por eso le agradezco infinito la publicación de estos artículos, Bendiciones.
17 diciembre, 2016
En España también decimos legaña.
Gracias por leerme.
1 julio, 2020
[…] Conjuntivitis: en este artículo hablo de las conjuntivitis, algo que posiblemente produzca el coronavirus actual (SARS-Cov-2). […]
1 junio, 2021
[…] Conjuntivitis: una de las causas más frecuentes para presentar síntomas como legañas, ojo rojo o escozor. […]
4 marzo, 2022
[…] Conjuntivitis: artículo donde explico las causas más frecuentes de inflamación de la conjuntiva, incluida la alergia. […]